(Castillo Niebla) Cada vez somos menos (Melany)

La falsa primavera habia pasado. La guerra lamia las puertas de Castillo NIebla. Las noticias que llegaban del reino no eran demasiado alentadoras. Todo era una sucesion de eventos demenciales. El principe Rhaegar habia secuestrado a Lyanna Stark. Lord Stark y Brandon habia viajado a Desembarco del Rey a exigir que su hija les fuera devuelta y el Rey Aerys los quemo vivos. El Rey Aerys a quien ahora llamaban abiertamente "El Rey loco"
- Cuando un Targaryan nace, los dioses tiran una moneda - Las Palabras de Rowen se repetian una y otra vez en la cabeza de la pequeña. El Norte, El Valle y La Tierra de las Tormentas se habian levantado contra el Rey. Robert Baratheon, prometido de Lyanna y primo de Rhaegar lideraba la rebelion, Eddard Stark habia ocupado el lugar de su padre y hermano y ahora lideraba al Norte y Lord Jon Arryn, que habia sido el mentor de ambos, no los abandono y desobedecio la orden del rey de matarlos. El Valle tambien estaba en guerra. Puerto Gaviota seguia fiel a los Targaryen, quizas por su cercania a Rocadragon y las fuerzas de los señores leales a Nido de las Aguilas habian invadido y depuesto a los realistas. Aguasdulces tambien habia levantado sus armas contra el Rey. Lord Holster mantuvo la alianza con los Stark al casar a su hija Catelyn, prometida del difunto Brandon Stark, con su hermano menor, Eddard y a su hija menor, Lysa, con Jon Arryn, 40 años mayor que ella.
Todo era un caos, pero en Castillo NIebla habitaba el silencio. Rowen habia partido una mañana con la mayoria de los hombres jovenes y sus caballeros, arqueros, lanceros y jinetes. Leyros, unos dias mas tarde, con la flota Hawkeye rumbo a las ciudades libres, dejando a Annika con el pequeño Keneth de 5 años y con un niño mas en camino. Erasmus seguia en el norte y seguramente marcharia con las tropas de su señor Mormont y Aegon habia desaparecido entre libros y pergaminos en Antigua. Orell y el meastre Gorfen pasaban horas encerrados en su estudio y cuando el maestre salia, una bandada de cuervos partia desde su torre.
Esa noche Dorna habia hecho cordero a la cerveza, el favorito de Annika porque le recordaba a su familia en Piedrasverdes. Como pocas noches en los ultimos meses, Orell ocupo la cabeza de la mesa central del salon. Ademas de la familia habia una veintena de caballeros viejos que servian de guarnicion al castillo. Orell parecia estar en otro lado, comia sin mirar a nadie, perdido en sus pensamientos. Solo cuando el pequeño Keneth le pidio que lo alzara, el viejo Hawkeye mostro su sonrisa y lo subio a su regazo - Algun dia, todo esto sera tuyo pequeño - Le dijo mientras le cortaba un pedazo de cordero

Tenía la mano sobre el marco de la ventana, no llegaba hasta arriba pero había un banquito cerca que había corrido hasta allí. Nadie lo había movido, sabían que me gustaba mirar por la ventana, esperaba ser la primera que viera a Rowen llegar por el camino. Pero pasaban los días y Rowen no volvía. La gente del castillo decía que el príncipe Rhaegar se había llevado a Lyanna Stark ¿por qué haría eso? Ella era la prometida de Robert, ellos se iban a casar... y el príncipe ya tenía una esposa y una hija, la princesa Rhaenys a la que yo esperaba conocer cuando fuéramos a Desembarco del Rey... Había guerra afuera, y por eso Rowen se había ido ¿por qué había guerra? Si habíamos estado en Harrenhall y todos se reían... pero papá y Rowen no, estaban preocupados, ¿algo había pasado en el torneo, por eso papá quiso volver a casa tan rápido?
El castillo parecía muerto, no había risas, casi no había palabras. Papá estaba muy triste, y yo no tenía la fuerza para alegrarlo. Sabía que Annika extrañaba a mi hermano y que Kenneth era muy pequeño para entender todo eso. Yo también era pequeña, pero me hubiera gustado ser él para no entender nada...
"¿Y si Rowen no regresa? ¿Y si Erasmus y Leyros no regresan? ¿Si la guerra llega al Castillo y papá también se va? ¿Quién nos va a defender?"
Odié no haber empezado a practicar con la ballesta antes, odié que me hubieran enseñado cómo ser una dama y no cómo tenía que actuar si nos atacaban ¿Por qué ahora solo pensaba en odiar las cosas? Afuera llovía y hacía frío, me pregunté si Rowen estaba combatiendo en alguna batalla aún así... Papá estaba sentado a la mesa, pero yo no quería comer, no tenía hambre, no tenía ganas de sonreír y no quería que él me viera así...

- Mel - Orell la mio con los ojos llenos de nostalgia - te acordas cuando te montabas en mi pierna como Keneth ... - Intento sonreir pero quedo a medio camino como una mueca de angustia

Sí me acordaba... también lo hacía con Rowen, pero ahora no podía porque ya era una niña grande, eso decía Elein, que las señoritas no se sentaban en las rodillas de sus padres ni de sus hermanos, también me decía que no tenía que llorar, que tenía que ser fuerte, ¿se suponía que crecer significaba no poder hacer nada? No se puede cabalgar con vestidos, no se puede aprender a usar la ballesta, no se puede llorar, no se puede hacer nada...
Pero no fue eso lo que me entristeció sino ver ese atisbo de sonrisa en papá, él que siempre se reía fuerte y me animaba a hacer todo lo que yo quisiera...
Sí me acordaba, me acordaba de cuando su sonrisa era una sonrisa...
Laurent también se había ido, lo habían enviado con un caballero para que fuera escudero y luego tuviera mejores oportunidades en su vida, eso me alegró por un lado, pero por el otro me entristeció tanto que ya ni tenía ganas de estudiar o de jugar o de pasear... Ya no tenía a Rowen, no tenía a Leyros ni a Erasmus, y también me habían quitado a Laurent. Seguramente dentro de poco Elein también se iría para estar con su hijo ¿Cuánto tiempo faltaría para que me quedara sola? Más sola de lo que ya me sentía...
Me dieron ganas de llorar, sabía que estaba llorando, mirando por la ventana, y no podía mirar a mi padre... no quería que me viera así... quería ser como Kenneth, ojalá pudiera ser otra vez como Kenneth...
-Sí... me acuerdo...
Y aunque traté de evitarlo la voz se me quebró.

Annika miraba la escena desde la distancia, hablaba poco y se acariciaba el vientre en el que se podia ver un embarazo prominente. - Mel, me ayudas? Neesito volver a mi habitacion, no me siento bien - Busco con su mano la de su pequeña cuñada.

Hice un gran esfuerzo por no llorar y me acerqué a Annika. Me abracé a su panza y puse mi oído en ella tratando de escuchar al bebé y eso me tranquilizó. A veces se podía sentir cuando pateaba, pero en ese momento estaba tranquilo.
¿Sería una niña o un niño? Pensé que seguramente el bebé iba a nacer y Leyros no iba a estar ahí... yo tenía que estar con Anni, ella nos necesitaba, el bebé nos iba a necesitar a todos, porque iba a ser muy chiquito y lo íbamos a tener que cuidar... no podía llorar, tenía que ser fuerte...
-Vamos Anni, yo te acompaño- le dije tomando su mano- El bebé también necesita descansar. Me puedo quedar con vos hasta que te duermas si querés, quizás te pueda contar alguna historia de las que me cuenta Dornas...

- Gracias, un poco de compañia seria reconfortante - Anni se apoyo en ella para subir las escaleras hasta su habitacion. Cruzaron el patio helado hasta la torre donde tenian sus habitaciones.
- Desde esa ventana se ve el rio - mientras se acostaba señalo la ventana - espero poder ver los barcos de Leyros pronto, no soporto demasiado su ausencia .... la guerra .... tengo miedo Mel

Yo también tenía miedo... Aprendí que ese es el sentimiento que toda mujer tiene que sufrir en una guerra, el miedo, miedo a la soledad, a la ausencia, a creer que nuestros seres amados no van a regresar, a esperarlos día tras día, sin tener noticias...

-Esta historia me la contó Laurent, la escuchó de un bardo en Forja de Héroes: Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, un caballero errante. El caballero había servido a un señor del Norte, nadie recuerda bien a quién, ni cuándo fue, pero se dice que era uno de los mejores espadachines de la época. Vivía para la espada y la espada era su única compañera, jamás se había casado o había tenido hijos, porque mucho tiempo atrás había amado a una campesina que trabajaba con él cuando aún era un muchacho y su trabajo consistía en ser pastor de cabras. Pero él había tenido suerte, porque un caballero lo tomó bajo su cuidado para que fuera su escudero, y pasaron muchos años hasta que se convirtió en caballero. Y allí estaba ahora, a los pies del muro, una batalla se avecinaba, las criaturas del largo invierno estaban cerca y si no las detenían allí cruzarían el muro e invadirían Westeros. Muchos caballeros fueron llamados a combatir, y muchos fueron, incluso tropas enviadas por el rey. La batalla fue larga y cruenta, y muchos murieron, pero no el caballero. El rey llegó a la batalla cuando la misma ya había finalizado y entregó muchos presentes a los guerreros que habían ayudado, pero el caballero no pidió nada, solo pidió que lo ayudaran a buscar a la muchacha que había conocido en su infancia porque él había vuelto a su pueblo y ella ya no estaba allí. Pasaron muchos años, los exploradores del rey dieron finalmente con la muchacha que vivía como sirvienta de un gran señor. Cuando él la encontró fue como volver a esas épocas en las que los dos solamente se tenían el uno al otro.
Ella le dijo que lo había esperado, que sabía que él iba a regresar algún día y por eso nunca se había casado con nadie a pesar de que todos la criticaban por eso. Pasaron algunos días y el caballero se casó con la muchacha y pasó a servir a este gran señor quien estuvo muy conforme de tener entre sus tropas a tal renombrado caballero. Según se cuenta vivieron felices muchos años hasta que los dioses antiguos los separaron...

No recordaba que la historia fuera exactamente así, quizás inventé la parte de las criaturas del invierno...
Mientras hablaba miré por la ventana, cuando terminé esperaba que Annika se hubiera dormido, así podría descansar y no tendría que sentir más miedo, al menos mientras estuviera dormida.

Annika la miraba con sus enormes ojos verdes muy abiertos. Hacian juego con la ropa esmeralda que usaba pra dormir. Tenia una mano en la panza y una sonrisa nostalgica
- Su primera patadita - tomo la mano de Mel y la puso sobre su panza - le gusto tu historia. Quizas sea un gran caballero, como su tio. Te podran decir lo contrario pero en la guerra no hay buenos, no hay malos, solo hay dolor y sangre, miedo y horror. Mi primo Robert ama luchar, ama pelear y moler a golpes al que se le ponga enfrente pero nunca estuvo en una guerra, no es un lider militar, es solo un bruto con derechos, una bandera que muchos ondearan para justificar sus deseos. Este es un mundo donde Rowen, Leyros y Erasmus no tienen lugar. Son hombres buenos, justos, honorables pero con eso no alcanza. Nosotras seremos el apoyo de esta familia, nosotras .... - La mirada de Annika se parecia a los ojos de las aguilas de Hawkeye

Puse mi oreja sobre la panza de Anni para sentir las pataditas, yo iba a protegerlo, a él a Anni y a Kenneth, era hora de practicar más, tenía que practicar con el arco, y esta vez iba a ser en serio, y no me iba a importar lo que dijera Elein o nadie, yo iba a protegerlos a todos.
-Jano, era el nombre del caballero, es un lindo nombre...
Nunca supe por qué, pero desde el principio supe que iba a ser un niño.
-Sé que todos creen que soy todavía una niña, y en algunos aspectos todavía lo soy... pero en otros ya no. La guerra hace que los niños crezcan antes de tiempo...
Miré por la ventana, el río seguía su curso, ajeno a todo. Recordé al amable príncipe Rhaegar, al que me había ayudado en Harrenhal, que me dejó subir a su caballo y me invitó a Desembarco del Rey... Él y su padre habían empezado esta guerra, no sabía por qué, pero sí sabía que algo había pasado.
Quizás Rowen tenía razón y los dioses arrojaban una moneda, dejando al azar la cordura de los reyes Thargaryen...
-Voy a hacer todo lo que tenga que hacer por esta familia, siempre, no importa que tan difícil sea o qué tanto duela, los voy a proteger a todos, como Rowen, como Erasmus, como Leyros y como papá...
Me pregunté si Aegon también estaría ayudando en la guerra, o si se había quedado estudiando en la Ciudadela...
Mis hermanos no tienen lugar en un mundo como este... ¿Era verdad eso? ¿La única solución consistía en perder la cordura y volverse uno mismo parte de ese mundo? Yo no lo iba a hacer, yo no soy así... yo creo que hay gente buena en este mundo, y alguien los tiene que proteger. Tiene que haber caballeros como Rowen ahí afuera... En fin, no puedo esperar eso, mientras tanto voy a tener que protegerlos yo.
-No voy a volver a llorar, no hasta que me digan que mis hermanos están muertos. Los voy a esperar, y mientras tanto los voy a proteger, lo prometo.

- Te quedas a dormir conmigo? - Annika la miro - No vas a tener que llorar mas

Elein me había dicho que ya era grande para dormir con papá, o con Rowen, pero ahora Elein ya no estaba para impedírmelo...
-¿De verdad? ¿Puedo?
Me saqué los zapatos y me subí a la cama, me tapé con las mantas, me acerqué a Annika y me abracé a ella con la mano arriba de la panza. Hacía varias noches que me costaba dormir y tenía pesadillas así que no tardé mucho en quedarme dormida.

Annika acaricio la cabecita roja de su cuñada y le dio un beso. Se cubrio con las mantas y las pieles y miro por la ventana esperando un barco que nunca llego.

Cerramos