(Puerto Blanco) El viaje con Keneth (Keneth, Melany)

-Quien no se anima a arriesgar no gana querido sobrino le sonreí, lo que menos me preocupaba en esos momentos eran los movimientos del barco...

-Bueno... veremos como nos va en las gemelas, espero que tengas razón y sea solo pasar y ya- dije y luego me senté a mirar hacía afuera.

El resto del viaje no fue mejor y para cuando llegaron a las Hermanas, la mitad de los norvosi estaban en bastante mal estado. Bajaron, tomaron aire, recargaron los depositos de agua y volvieron a partir. Hacia el norte el trafico de barcos era mas importante y cruzaron varias cocas mercantiles adornadas con los tritones de los Manderly y con otros estandartes.
El estuario de Puerto Blanci nunca se congelaba ni aun en lo peor del invierno, por eso lo convertia en uno de los puertos mas activos del este. La estrella del mar puso su proa rumbo a los muelles de la ciudad poco despues del amanecer y para media tarde, con la plea mar, pudo atracar en el puerto.

Estábamos todos bastante nerviosos y el silencio ganó los camarotes del barco. Estaba convencida de que llegaríamos pero aún así... nunca está de más rezar un poco. Traje a mi mente el arciano que por miles de años había estado arraigado en el suelo del Valle.
"Dioses Antiguos, por favor déjennos llegar sanos y salvos a Puerto Blanco"
El viaje fue difícil, pero logramos llegar bien, aunque algunos un poco enfermos por el bamboleo del barco sobre las olas embravecidas. Lo mejor, no nos habíamos cruzado con ningún grupo de piratas.

-Bueno tía... ya estamos llegando a puerto..- le dije dejando notar un poco la felicidad porque pronto abandonaría el barco.

PUerto Blanco es la quinta ciudad mas grande de Westeros y es la mas grande al norte del cuello, aun mas que Invernalia y el pueblo del invierno. Fuera de la muralla El Islote de las Focas sirvio de torreon de defensa para la boca del puerto, hoy al menos 40 focas descansan en sus playas disfrutando del sol estival. Mas alla el puerto propiamente dicho, dividido en dos por un rompe olas. El puerto exterior es amplio pero el interior ofrece un mejor anclaje entre la muralla de la ciudad y La Guarida del Lobo, el viejo castillo que usaban los piratas como guarida y hoy sirve como carcel. El Mercado de Pescados completaba los edificios principales que se alzaban fuera de las murallas. Entre ellos tiendas, tabernas, cervecerias y burdeles servian de diversion para los marineros.
Ullen y los hombres de la guardia de Hawkeye bajaron junto a los marineros de La Estrella de Mar.
- Mi señor - Miro a Keneth e intento una reverencia - Estaremos tres dias. Su padre nos informo que el resto del camino lo haran a caballo pero si necesita algo, sera un placer servirlo

Me hubiera gustado poder traer a Brisa, pero no iba a torturarla con ese viaje en barco, así que esperé que Ullen o algún otro de los guardias nos llevaran hasta el lugar donde estarían los caballos. Mientras me quedé viendo a las focas descansando al sol, era un espectáculo digno de verse. El olor del pescado fresco impregnaba el puerto y había bastante movimiento, marineros, estibadores, comerciantes... Tener una casa comercial allí nos serviría bastante, quizás podría empezar las negociaciones para hacerle más fácil el camino a Leyros, o a Keneth. Esperé que Keneth diera las instrucciones y después le pregunté:
-¿Ansioso?

-Muy bien, ¿quienes nos acompañaran en el viaje al sur?, y dejate de reverencias que si no lo hacemos en casa menos lo vamos a hacer en el norte- luego mire a mi tía -Un poco, pero eso es bueno, me va a mantener alerta- y luego le extendí el brazo a mi tía para ayudarla a bajar del barco.

Mi sobrino era todo un caballero. Lo tomé de la mano y bajé del barco.
-Seguro estés contento de que el camino seguirá a caballo sonreí Debo reconocer que yo también lo estoy, creo que en ningún viaje había tenido que rezar a los Dioses Antiguos antes...

Un grupo de hombres a caballo se acerco al barco. Ullen se adelanto y converso dos palabras con ellos y luego volvio con ellos hacia Mel y Keneth
- Mi señor - Ullen hizo una pequeña reverencia - Le presento a Ser Marlon Manderly, hermano de Lord Wyman Manderly y lider de la guardia de la ciudad - El hombre, de rostro severo vestia una armadura con lamas de plata y oro adornada con motivos marinos - y Ser Hallis Manderly, segundo hijo de su señoria - Hallis era un gordo risueño, de ojos pequeños y cejas juntas. Las piernas cortas y chuecas le daban una graciosa forma de caminar - Señores, les presento a Lady Melany Hawkeye, hermana de Lord Leyros Hawkeye y Lord Keneth Hawkeye heredero de Castillo Niebla
Ser Marlon beso la mano de Mel con unos modales mas propios del sur que del norte. Ser Hallis hizo lo mismo. Detras de ellos, los guardias de guarnicion se mantuvieron montados con sus tridentes de plata brillando a la luz de la mañana.
- Tenemos un carruaje esperando, mis señores - Ser Marlon señalo una carroza ornamentada - Si nos acompañan

Sonreí -Mucho gusto, si no os molesta las carretas no son para mi, ¿es mucho problema conseguirme un caballo?- Baje del navío ayudando a mi tía, caminaba con todo el orgullo de mi casa y mi titulo. Luego mire a mi tía, para ver si ella también quería una montura.

- Jajaja! - Ser Hallis libero una carcajada poco propia de un caballero - Muchacho, me gusta tu actitud. Te lo dije tio, la buena gente no hace caso a los lujos. - Le palmeo un hombro y luego señalo a unos de sus guardias - Uno de ustedes, prestadle el caballo a Lord Hawkeye
Marlon lo miro de reojo - Disculpe mi señora, mi sobrino es un tanto impulsivo. Toma mi caballo hijo, yo viajare en el carruaje escoltando a tu tia - y no dejo demasiadas opciones a Mel

Saludé con una reverencia a los caballeros que habían enviado a recibirnos. No era cortés rechazar una invitación realizada por nuestros anfitriones así que decidí viajar en el carruaje.
-Será un placer viajar con usted, será ameno conversar con alguien que pueda contarme sobre las tierras que recorremos
Me quedé esperando que alguien me abriera la puerta del carruaje para subir.

-Muchas gracias- dije montando el caballo y palmeandolo -Mi buen Ser lo sigo, y espero no perderme en tan gran ciudad- le dije con una sonrisa a Ser Hallis, feliz de volver a montar y de estar en una ciudad tan grande.

Marlon Manderly se encargo de convertir el viaje hasta El Castillo Nuevo en un paseo que permitiera a los invitados de honor conocer la ciudad mas grande del norte. Detras de la muralla la ciudad era inmensa, no hay ciudad en el valle que pueda compararse a Puerto Blanco.
La Plaza del Triton, con su enorme fuente y la estatua del triton que se ve en el escudo de los Manderly fue la primera escala, en uno de los laterales de la plaza, la Casa de la Moneda, la sede de la aduana de la ciudad y guarda del tesoro de los Manderly. Tras bordear la plaza, la caravana se encamino hacia el Castillo Nuevo y la Sala del Triton, pasaron frente al Septo de las NIeves, el mas meridional de los siete reinos. La excesiva decoracion con motivos marinos se podia hasta volver molesto para los extranjeros pero ellos eran feliz asi.

Me gustó mucho la ciudad, no había estado nunca en una ciudad tan grande, me pregunté si Desembarco del Rey era también así o incluso era aún más populosa. Ir a Desembarco era un asunto pendiente, jamás había podido ir allí... pero seguramente Puerto Blanco no tenía mucho que envidiarle.
Nos llevaron a recorrer los principales edificios y luego hasta el Castillo Nuevo. La decoración marina podía ser algo abrumadora, pero no me molestó.
-Tienen ustedes una hermosa ciudad Lord Manderly ¿Siempre fue una ciudad tan populosa? Debo reconocer que jamás había estado en una ciudad tan grande...

-Es realmente una ciudad hermosa, se nota mucho su amor por el mar y el orgullo de dominarlo- dije con una sonrisa -Es bueno cambiar el humor de la montaña por la costa sin duda

- Los Manderly tenemos un vinculo muy especial con el mar. Cuando los Gardener nos expulsaron del Dominio, de nuestro Mander amado, hace miles de años, navegamos sin destino. Las Ciudades Libres, Puerto Gaviota - Hallis hablaba como si lo hubiera vivido el - Pero fueron los Stark los que nos recibieron y otorgaron la proteccion de la desembocadura del Cuchillo Blanco y la Bahia Blanca. Este estuario no se congela ni el peor de los inviernos. Pero aun asi recordamos el mar calido del sur. Yo nunca he ido a las montañas, quizas deba visitarte.
La columna dejo atras el centro de la ciudad y se encamino hacia El Castillo Nuevo que los esperaba con las puertas abiertas de par en par con la guardia del Triton formada a ambos lados de la rampa de acceso. Frente a la puerta Lord Manderly los estaba esperando vestido con un lujo propio de los señores del sur y no de un subdito de los Stark. A ambos lados se desplegaba la familia.
- El del medio es mi padre, lord Wyman, a su derecha mi hermano mayor y heredero, Lord Wylis y su mujer, que sera tu suegra si llegan a un acuerdo, lady Leona Wolfrield, a la izquierda, Ser Wendel , mi otro hermano - Si algo era constante en los Manderly era la obesidad. Salvo por Hallis, todos parecian morsas. Ojos pequeños y porcinos, bigotes poblados, oscuros y duros, movimientos torpes
- Y las que estan delante son Wynafryd y Willya, las hijas de Wylis - Ambas eran muy bonitas, delicadas, con largas trenzas rubias que le caian sobre el hombro derecho. - Wyn tiene 16 años y Willya apenas 11 pero ambas son inteligentes, dulces y divertidas y seran excelentes esposas si lo que buscas en una mujer que pueda ayudarte. Si quieres una mujer de decorado, te recomiendo que no te cases con alguien del norte, estas mujeres son complicadas - y estallo en una carcajada mientras demostaban frente a la familia Manderly

El viaje hasta el Castillo Nuevo fue muy ameno, realmente Puerto Blanco era una ciudad hermosa. Cuando llegamos el recibimiento fue acorde a los grandes señores a los que visitábamos. Toda la guardia hizo un camino a lo largo de la rampa de acceso y nosotros caminamos hacia las puertas donde nos esperaba toda la familia.
Les hice a todos una reverencia.
-Es un placer conocerlos a todos, les agradecemos este cálido recibimiento. Tienen una ciudad preciosa, estuve encantada de viajar con Ser Marlon y Ser Hallis quienes tan bien nos mostraron los edificios y lugares más importantes. Espero tener tiempo de recorrerlos mejor en cuanto hayamos descansado un poco.
Luego miré a las dos niñas y les dije:
-Las mujeres también tenemos que saber defendernos, y si usted cree que las mujeres en el Valle son decorativas debería conocer a mis sobrinas- sonreí- mi sobrino aquí presente no me dejará mentir, las mujeres del Valle también son bastante peligrosas...
Sabía que esa presentación era un poco osada, pero tan buen recibimiento me dio el pie que necesitaba para dejar salir un poco más a "mi verdadero yo".

Sonreí mientras el Manderly reía, ¿que diría yo cuando apareciera un pretendiente para mi hermana?, ¿me lo tomaría tan bien?.

Espere a que mi Tía termine con la presentación para luego hacer una leve reverencia a los lores y damas presentes.

-Mi lord Wyman os pido nos aceptes a mi tía lady Melany Hawkeye y a mí en vuestro señorío, y también os pido pan y sal para nuestra estadía- le dije al Lord Manderly con el mayor de los respetos.

- Bienvenido Lord Hawkeye - El viejo extendio una mano y un paje se acerco a Keneth con una copa de hidromiel espesa y aromatica y un poco de pan con sal - La casa Manderly y Puerto Blanco lo recibe como a uno de los suyos. - MIro a Melany e intento una reverencia que genero olas de grasa bajo su ropa - Lady Melany, la casa del triton se congratula en recibiros. Permitanme presentaros a Lord Wyllas y Ser Wendel, mis hijos - Ambos dieron un paso adelante y saludaron con respeto. Lord Wyllas hizo un ademan gentil hacia su esposa y las niñas
- MIs señores, les presento a mi esposa, Lady Leona y a mis niñas - Las tres mujeres dieron un paso adelante y en un orden formal y entrenado saludaron a los visitantes.

-Es todo un placer conocerla mi lady- le dije a Lady Leona haciendo una pequeña reverencia a las hijas -Lady Wynafryd, Lady Wylla, es un gran placer conocerlas por fin - volví a hacer mi pequeña reverencia, pero esta vez levante un poco la cabeza para observarlas y dedicarles una sonrisa.

Saludé a todos nuestros anfitriones uno por uno respetuosamente. Solo podía haber una explicación para tanta obesidad, si había algo de lo que seguramente no se jactaban estos señores era de trabajar. Aunque supongo que no todos los señores trabajan tanto como nosotros los Hawkeye. Las niñas sin embargo eran agraciadas y de esbelta figura, ambas muy bonitas.
Era la primera vez que se me ocurría que quizás en ese viaje pudiera recibir yo también propuestas de matrimonio... aunque eso era difícil dado mi condición, realmente no tenía intenciones de casarme por segunda vez, al menos hasta que no apareciera un candidato que a mí me interesara...
-Será un honor hospedarse bajo su techo, Lord Wyman

- Mi lord - Wyn le devolvio una sonrisa picara, nada podorosa y casi provocativa. Tenia una larga trenza de cabello oscuro sobre un hombro y su figura ya era de una mujer
- Mi lord - Wylla era Manderly y no podia negarlo pero era una niña y se notaba en su voz y en sus formas. Para ella era un juego.
Entraron en el Castillo Nuevo y los sirvientes les mostraron las habitaciones. Un par de horas despues uno de los sirvientes fue a informarles que Lord Manderly los esperaba en la sala del Triton