La noche era oscura cual boca de lobo, Alîm corría a los tumbos entre los arboles intentando seguir a las hermanas que iban adelante, la tierra lodosa lo retrasaba y las voces de los guardias de la ciudad se escuchaban cada vez más cerca, no entendía bien que decían pero algunas cosas rescataba “Por allá!”, “búsquenlos!!”, ya estaba agitado y respirando copiosamente cuando de entre los arboles salto a un campo, miro a los lados, mas campos sembrados, los arboles se detenían detrás de él, y las pisadas de los guardias se acercaban, tomo pronto la decisión de tirarse pecho al suelo y quedarse quieto, el barro lo empapaba. “Una chica...”, “¡por esos árboles!” la guardia seguía gritando a su alrededor pero el peligro ya había pasado, Alîm comenzo a arrastrarse, alejándose de la arboleda que había confundido por bosque, toda la noche estuvo eludiendo la guardia por entre los campos, solo.
El sol comenzaba a bañar luz y calor sobre los campos, Alîm estaba sentado contra una pequeña valla de piedra que separaba dos sembrados, contemplando la salida del sol bañado en barro, sin nada, y peor aún... solo. Las montañas estaban lejos, la ciudad... perdida para algún lado, ya no recordaba por donde, estaba muy cansado... solo sabía que a su alrededor solo había campo... y más campo, un mar de trigo y hortalizas, algunas pequeñas casas a lo lejos... ¿por dónde empezar?, se pregunto.
Alîm contemplo la salida del sol, y un poco más, descanso al sol mientras pensaba su siguiente movimiento, había estado observando una casa un poco más aislada que el resto, había visto a la gente salir, y el humo de la chimenea apagarse, era un buen momento para acercarse, debía estar vacía. Al principio se acerco con cautela, observando si había algún movimiento a su alrededor... pero la idea de comida y un poco de descanso pudieron más que su precaución... una vez estuvo cerca se arrastro rápidamente contra la valla que separaba la casa del campo y se cubrió, de un salto cruzo la valla y se apoyo contra la pared, observando el interior de la casa. Observaba el interior, pensando cómo sería la mejor manera de entrar cuando una mano le tapo la boca, su primera reacción fue buscar por su espada, tanteo detrás de él sorprendido.
Pero no fue su espada la que tocó, sino algo redondo suave y mullido, acto seguido sintió un golpe en la cabeza. Al girar para ver quién había sido el responsable se encontró con Nazira que lo miraba con cara de pocos amigos, mejor dicho, con cara de que a la próxima no la contaba. Nazira le hizo señas para que no hablara, ella notó que estaba moviendo la mano como sintiendo algo y volvió a pegarle en la cabeza una vez más, claramente enfadada.
Tras unos minutos de silencio Nazira hizo algunas señas para entrar, Alîm volvió a controlar por la ventana y después asintió.
-La próxima vez que me toques, no la contás - Expreso Nazira claramente enojada.
-buscaba por mi espada... le contesto Alîm mientras observaba el comedor en busca de alimentos, encontrando solo una chimenea apagada con una olla y una alacena.
-la viste a Liynaa?, pregunto tras revisar la olla y encontrarla vacía.
-No, y me preocupa, vamos, arriba deben estar las habitaciones, respondió Nazira observando por las escaleras, y luego subió.
Para cuando Alîm subió Nazira ya estaba en una habitación hurgando entre cajones.
-¿que buscas?, pregunto mirando cada tanto por las ventanas.
-Creo que es evidente, Toma, poneté esto, contesto Nazira arrojándole un par de pantalón con tiradores y una camisa blanca, ropa bastante humilde, junto con una especie de mochila, y luego tomo algo de ropa para ella.
-Andá a cambiarte, sentencio Nazira antes de cerrar la puerta al tiempo que Alîm entraba en otra habitación.
Alîm se cambio rápido, mirando de en tanto en tanto por la ventana de la habitación, buscaba en el campo la silueta de Liynaa, estaba bastante preocupado pero no quería que Nazira lo notara, observo a los campesinos trabajando a una distancia y busco la arboleda por la que había corrido la noche anterior sin mucho éxito, tras haberse cambiado, y arrojado la mayor parte de su ropa a la mochila que Nazira le había dado, dedico un momento a echar otro vistazo fuera antes de bajar otra vez. Una vez en la planta baja Alîm reviso las alacenas y guardo algo de queso y carne salada en su bolso mientras esperaba por su compañera.
Alîm estaba cerrando la mochila cuando escucho los pasos de su amiga bajar rápidos por la escalera.
-Vamos, no podemos quedarnos acá, dijo mientras Alîm tomaba una bota de vino y la ataba a la mochila.
-Te queda lindo el aire campirano, a lo que solo volvió a obtener la mirada de odio de Nazira quien salió apresurada, pero para él era mejor distraerla a que pensara en su hermana.
Ya habían pasado varias horas de viaje, las casas estaban lejos y caminaban por un pequeño camino entro los campos.
-¿Cuándo viste a Liynaa por última vez?, pregunto Nazira
-Cuando las saque de la taberna, ¿vos?
-Le dije que no se separe de mí, pero escuchamos unos guardias y ella se escondió atrás de unos árboles... Después no la vi más... Temo que la hayan capturado.
Alîm dedico unos segundos a observarla, estaba bastante preocupada, se notaba en su rostro y en su tono, no podía mentir, el también lo estaba, sabía que Liynaa no era buena para estas cosas... y no podía mentirle a la hermana.
-Lo último que escuche de los guardias es que aún las estaban buscando
-Creo que la ciudad se encuentra hacia allá, supongo que no habrá vuelto.
-Seria lo lógico si es que no la atraparon...- Contesto Alîm mirando los campos que los rodeaban y continuo con tono preocupado -lo último que dije fue al bosque... claramente eso no era un bosque... ¿crees que estará yendo al bosque?
-No sé hacia donde fue y si estuvo caminando de noche nos lleva ventaja... deberíamos preguntar, quizás haya ido al pueblo más cercano, ¿Tú sabes que estaba transportando la capitana?
-Nada, solo que lo iban a descargar ayer, por eso quería ver la puerta, creo que por ahora solo podemos tener fe en ella y seguir adelante... no hay nada que podamos hacer por ahora
-¿Pero a dónde vamos? No podemos volver a la ciudad... ¿Y cómo vamos a encontrarla?
Alîm miró a su alrededor una vez más, quizá con la vaga esperanza de que Liynaa saliera de detrás de un árbol... ni el sabia realmente porque lo hacía.
-como vamos a encontrar a Liynaa y cómo vamos a encontrar una forma para irnos de esta isla... ¿sabes hablar lo que hablan aquí?
-Podría llegar a hablar sí
-El podría es lo que me preocupa, están buscando extranjeros, así que el acento nos va a delatar...
-Tampoco podemos alejarnos demasiado si está por aquí...o no nos encontrará
-Creo que lo mejor va a ser ir al pueblo más cercano... con algo de suerte pongan carteles de buscados...
-Bueno, ahora somos solo unos campesinos
-Vamos, siguiendo el camino de las casas seguro llegaremos a algún camino más importante - y apretó el paso.
La mañana era bastante tranquila y soleada, el mundo parecía indiferente a las peripecias que los dos compañeros habían sufrido durante la noche. El camino continuo un trecho mas hasta llegar a un camino más grande, y al parecer más transitado.
-¿Izquierda o derecha?, pregunto el joven al tiempo que Nazira miraba las huellas del camino, pasaron un rato y ante la falta de respuesta empezó a andar hacia la derecha, ya había andado un par de pasos cuando su compañera se decidió.
-Derecha, la mayoría van para la derecha
-Si la mayoría van para la derecha, ¿no será que para la derecha está la ciudad?
-La ciudad está para allá, según mis cálculos... aunque sería más fácil si tuviera un mapa
-¿tenes una hoja o algo?, podríamos empezar a trazar uno
Nazira abrió su mochila y saco unas hojas de pergamino.
-sería mejor que no lo hagamos aquí en medio del camino
-vamos a un lado, propuso Alîm saliendo del camino en dirección a un pequeño grupo de árboles.
Al llegar Alîm se sentó contra el árbol, abrió su mochila y saco la poca comida que había tomado, mientras mordisqueaba algo de quedo empezó a trazar el mapa mientras su amiga le iba marcando los lugares.
-Acá estamos ahora y para acá está la ciudad... acá fue donde te encontré
Así pasaron un rato, trazando el mapa y comiendo lo que Alîm había traído, hasta que juntaron los ánimos para seguir camino.
-bien y ahora a la derecha.
El camino era bastante tranquilo, no parecía haber gente transitando por él, o al menos ellos no se encontraron con nadie, a la distancia alcanzaban a ver de cuando en cuando, alguna casa aislada y la gente trabajando los cultivos que rodeaban el camino, el sol ya les empezaba a pegar cuando el camino hizo un giro por una arboleda y se encontraron con que a una poca distancia había un pequeño pueblo a las orillas del mar, una vista bastante tranquila, hasta que repararon en un pequeño castillo sobre un acantilado, parecía importante, pero estaba bastante lejos y no había ningún camino que subiera.
-Esperemos que no sepan nada aún por acá
-No lo creo, no parece que las noticias lleguen muy rápido aquí...
Alîm observo a su amiga, parecía estar buscando carteles pero no había ninguno a la vista -Vamos - y agrego bajito, y tratando de sonar confiado -no te preocupes, seguro está bien
-Eso espero, vamos a la taberna
-¿te quedo algo de dinero?
-Casi nada
-Habíamos pagado las habitaciones
-y el resto lo tiene Liynaa...
-No le quedaba mucho tampoco... comento preocupada Nazira.
-Ella tiene lo que pedí por adelantado
-Bueno, entonces al menos podrá vivir con eso hasta que la encontremos
-Vamos, sentencio Alîm haciendo que Nazira avance.
El pueblo no era muy grande, y su taberna tampoco, todo estaba teñido de ese humilde aire de campo, de gentes simples que trabajan la tierra. Para cuando entraron a la taberna esta ya estaba bastante poblada, la hora del almuerzo se acercaba.
-mientras más gente mejor, creo - opino Alîm dirigiéndose a una mesa cerca de la puerta y junto una ventana.
Ambos se sentaron, Alîm miraba por la ventana, pensaba en donde estaría su amiga perdida, si estaría bien, la idea de que algo le pasara le turbaba la mente, y ya estaba bastante cansado... el pueblo parecía tranquilo e ignorante de lo que había pasado durante la noche en la ciudad pero.. ¿estaría Liynaa bien?, ¿como la encontraría?, y si estaba apresada ¿como podría liberarla?, miles de preguntas sin respuestas se formaban en su mente, se arremolinaban y lo inquietaban, en un momento miro enfrente de él, Nazira aún lo acompañaba ¿podría protegerla?... el silencio reino en la mesa durante unos momentos, ninguno de los dos se atrevió a decir algo hasta que la camarera se acerco, tenia pelo verde y era bastante bonita, las curvas se le marcaban bien en la ropa y portaba esa sonrisa que tan bien saben usar las camareras y las chicas de pueblo.
-¿qué se van a servir?
-¿hay algún plato del día?, pregunto Alîm pensando en lo poco que tenían y también preguntándose por el color de pelo de la muchacha, el creía que la gente del agua tenían todos cabellos azules.
-Sí, hoy tenemos cerdo asado con papas al horno
-Yo quiero eso, se apresuro Nazira
-que sean dos
-Enseguida, dijo la muchacha dirigiéndose a la barra y gritándole a la chica que estaba en la cocina -¡Dos platos del día más!
-y un vino de la casa, agrego apresurado Alîm, pensando en lo tacaño que se veía teniendo tan buena compañía, pero no quedaba de otra.
-Señor, señorita, su vino, en instantes les traeré la comida
-¡¡Espera espera!!- la detuvo Nazira
-Sí, ¿desean algo más?
-Te hago una consulta... ¿has visto hoy llegar una chica más o menos de mi edad, de cabello rubio largo?
-Mmmmmmmm No, definitivamente no he visto a nadie así hoy
-Gracias, ¿hay algún otro pueblo cercano?
-El pueblo más cercano está a 50 kilómetros, hay otros pueblos pero son más pequeños y no tienen posada y la ciudad está hacia allí, dijo marcando el camino por el que habían llegado
-muchas gracias señorita, le dijo Alîm
-No hay de qué, dijo la camarera dirigiéndose a otra mesa.
-¿Vamos a esperarla aquí?
-este es el único pueblo en los alrededores con una taberna, tiene sentido que se dirija hacia aquí, el otro queda muy lejos, el problema es que ellos pueden sospechar lo mismo... - Contesto bajito Alîm, mirando por la ventana
-Si nos quedamos vamos a tener que trabajar, no tenemos suficiente dinero
-¿nos quedaremos en la taberna?
-No lo sé!
Alîm le hizo señas de que baje la voz, y Nazira se quedo callada, como niña a la que retan.
-yo pensaba en acampar cerca de aquí..... pero es verdad que tendremos que comprar víveres...
Mientras Alîm le explicaba, ella simplemente se paro y se dirigió a la barra, Alîm la miro sin entender mucho que tramaba, tardo un rato, el cual aprovecho para ir probando la comida que estaba bastante buena.
-Listo, ya conseguí trabajo, sería bueno que en el trascurso del día consigas uno también
-¿camarera?, ¿vas a poder con los clientes?, recuerda que no los tienes que matar si te miran la cola, y esas cosas- le dijo Alîm preguntándose cuánto duraría ella como camarera
-Al menos tengo trabajo
-entiendo, cuando termine de comer iré a buscar uno... creo que también debería buscar algún lugar donde quedarnos... ¿no?, a lo que Nazira asintió mientras terminaba lo que quedaba de su comida, la observo durante unos momento y luego comenzó a comer, una vez más, en silencio. Cuando Nazira termino se levanto y se dirigió a la barra, seguramente a buscar instrucciones, mientras la observaba Alîm apuro la comida y dejo la paga sobre la mesa
-Señorita, llamo a la camarera
-Sí señor
-disculpa que te moleste de nuevo, pero... ¿sabes de alguien en el pueblo que necesite necesite un par de brazos o ayuda con algo?
-Mmmmmm todos los campesinos necesitan brazos en el campo pero no tienen mucho dinero...- contesto y se quedo pensativa unos momentos- Creo que la señora de aquella casa -dijo señalando una casa por la ventana - necesitaba ayuda, podrías preguntarle- dijo con una sonrisa
-Gracias
Alîm miro la casa por unos momento ponderando antes de dejar una buena propina, pese a que ya casi no le quedaba nada, tras lo cual se levanto y se dirijo a la casa. Golpeo un par de veces la puerta y espero al cabo de unos minutos una señora algo regordeta atendió a la puerta.
-Buenas tardes
-Buenas tardes... niño ¿qué se le ofrece?
-Estaba buscando trabajo... y esta chica en la taberna me comento que estaba buscando ayuda...
-Ah... sí, Anti
-y bueno, vine a ver si le podía ayudar
-La verdad es que necesito ayuda para cultivar mi campo... tendrás techo y comida, no puedo prometer más
-Si puede venir mi amiga, tiene un trato señora... ella trabaja en la taberna- se apresuro a comentar para que no pensara que eran gente de mal.
-Está bien, trabajaremos desde las cinco de la mañana hasta que se ponga el sol y puede venir su amiga siempre y cuando se comporten decentemente -agrego con un tono de santuchona.
-muy bien, y créame, cuando la conozca ya va a haber que no podría ser de otro modo- contesto arremangándose presto a trabajar- me llamo Alîm, mucho gusto
-Mi nombre es Rose
-Un gusto ahora si me permite debo volver al trabajo, puede empezar cuando quiera
-permiso- dijo al entrar, miro un poco la casa y dejo su bolsa a un costado de la puerta- la sigo
-Señora Rose- se acerco Alîm ya cuando el sol empezaba a ocultarse- ya termine con eso, ¿podría ir un momento a la taberna a buscar a mi amiga?, no tomara más de un minuto
-Claro, te esperaré para cenar, mañana será otro día largo- contesto poniendo una canasta sobre la cabeza y dirigiéndose a la casa.
Alîm la miro alejarse mientras se limpiaba un poco las manos, había sido un día de bastante trabajo, pero al menos había conseguido un techo para los dos, era un principio. Ahora tenía que ir por su compañera a la taberna, y no pudo evitar sonreír a la idea de Nazira atendiendo mesas, y con esa idea en mente camino tranquilo hasta la taberna y se paro en la puerta hasta ver que la muchacha pasaba cerca.
-pss, psss!-
Ambas camareras se giraron hacia la puerta con mirada interrogativa y vieron al muchacho llamando a Nazira con la mano, ella se acerco y la chica de verde continuo limpiando una mesa.
-Conseguí un lugar donde podemos quedarnos, con comidas incluidas- le dijo limpiándose la frente con la mano aún algo embarrada.
-¿En serio?, la chica no pudo ocultar una sonrisa y lo abrazo por un momento, hasta darse cuenta de que lo hacía, momento en que lo soltó y se aparto un poco- ¿Dónde es?
Alîm le sonrió y le señalo la casa- es en aquella casa, la dueña se llama Rose, y creo que es amiga de la camarera.... ¿Anti? creo que se llama
-¿Ya sabes su nombre?
-la señora dijo algo acerca de una anti, me imagino que es ella porque fue la que me contó de la señora... ¿me equivoque?- sin darse cuenta del tono de celos que con que la amiga ladro esa última parte.
-No. Bueno, tengo que seguir trabajando... adiós...- y agrego mientras se alejaba- te veré más tarde.
Aún sin entender mucho que le acababa de pasar a su amiga, Alîm se sentó a un costado de la puerta a esperar, no se quería alejar mucho de donde estaba Nazira, pero tampoco la quería molestar en su trabajo, así que se dedico a mirar la gente pasar hasta que ella saliera. Al cabo de unos minutos Anti salió por la puerta, la muchacha reparo en el joven sentado y le sonrío.
-Hasta mañana, la saludo y le devolvió la sonrisa.
-Hasta mañana.
Anti no acababa de devolver el saludo cuando el joven sintió un golpe realmente fuerte en el hombro, a lo que se giro.
-¿y ahora?
-Vamos, se hace tarde, dio por única respuesta Nazira antes de encaminarse a la casa de Rose.
-¿qué tal el primer día?- pregunto intentando dejar de lado la agresión reciente.
-Bien, el tabernero se quiso sobrepasar pero lo puse en su lugar, ya no volverá a molestarme... ¿Y el tuyo?
Alîm la miro y se detuvo- si pasa algo, renuncia, ya encontraremos otra cosa, no estamos necesitados ni nada
-Estaré bien, ya no molestará, ¿pero como estuvo tu día?
No estaba muy convencido por la respuesta, pero volvió a caminar, después de todo confiaba en ella como guerrera -bastante bien, contento de conseguirnos un techo, aunque es la primera vez que trabajo la tierra... veremos que tal es la comida - hubo una pausa incomoda y Alîm agrego - ¿te enteraste de algo?
-No, pero creo que es normal, dicen que aquí siempre llegan tarde las noticias... Me pregunto dónde estará...
-eso es bueno, por ahora - no le gustaba la forma que su rostro adquiría cuando se preocupaba por su hermana, así que agrego en un mal intento por distraerla - ah, rose dijo que nos tenemos que comportar de forma decente, así que intenta controlarte... ya sé que va a ser difícil... pero... hay que hacer un esfuerzo por un tiempo al menos
-Me hubiera gustado que fuera ella la que esté aquí contigo y no yo... Aunque pensándolo bien... es mejor que no - corrigió al pensar lo que le acaba de decir, y devolviendo una mirada de tigre enjaulado.
Alîm se río por la actitud de su amiga, estaba consiguiendo distraerla, aunque eso llevara a que quizás lo tumbara de un golpe, era mejor eso, si estaba inconsciente no la vería triste.
-¿te hubiera gustado dejarla a solas conmigo en una casa de campo?
Nazira lo golpeo una vez más en el hombro, pero no con tanta fuerza como en el golpe anterior.
El la sujeto por la muñeca, y tiro hacia él -Pero yo estoy feliz de que estés aquí, así que no te pongas así otra vez - ella se soltó y él se preparo para el golpe.
-La próxima vez que hagas eso, pregúntale al tabernero lo que te va a pasar...
Alîm sonrío y tocó a la puerta
-Pasen!
Alîm abrió la puerta, y dejo pasar a Nazira -Con una vez en la vida me alcanza - le dijo bajito mientras pasaba frente a él, ella lo miro, parecía no entender, pero siguió adelante y entro, Alîm la siguió y cerró la puerta tras de él,
-Rose, ella es Nazira, mi amiga
-Buenas noches
-Buenas noches señora
-Siéntanse como en su casa, el trabajo aquí no se pagará con monedas, pero la comida es buena, se los garantizo
Alîm se dirijo a un balde con algo de agua y termino de limpiarse, luego se unió a la mesa.