Interrupción (Rol por foro PJ: Heinz; PNJ: Aurora)

Offrol: La última vez que hice rol por foro fue hace muuuuchos años (por medio de fotolog, para que se den una idea xD) y las reglas eran bastante distintas, así que cualquier cosa que haya que cambiar, por favor díganme


Después de un largo día dando clases en el secundario y en la universidad, volví cansado a mi casa-taller en el bosque, me esperaban unas cuantas horas de hastío ineludibles corrigiendo evaluaciones de algunos de los alumnos de primer año. Pensaba volver a mi departamento en la ciudad para hacerlo, pero decidí negativamente. Esperaba que el estar rodeado de tanto glamour contrastara la torrente de banalidad que estaba pronto a sufrir, así que me hice un espacio en medio del taller y puse las evaluaciones en uno de los escritorios. Corregir era la única parte que odiaba de enseñar, más todavía cuando se trataba de los estudiantes de primer año: de la cantidad enorme de gente que se anotaba en la carrera, la mitad estaba ahí por el dinero que le podría llegar a general trabajar en el rubro, y de la otra mitad varios descubrirían al finalizar el año que esto no era lo suyo. Así que tenía que soportar horas leyendo las respuestas de gente que no le interesaba en lo más mínimo lo que estaban estudiando, cuando podría estar trabajando en algunos de los tantos proyectos infinitamente más interesantes que me rodeaban.
    Después de terminar el atado de cigarrillos que me había prometido no terminar, y hora y media de corregir, sentí el pinchazo inevitable de la banalidad mientras leía una respuesta particularmente insulsa, leí el nombre del alumno y anoté mentalmente el exigirle más las próximas clases. Decidí parar por unos minutos, me levanté y me dirigí a una vitrina donde guardaba algunas botellas de licores y bebidas varias y me preparé un pequeño vaso de whisky. Miré a mi alrededor, pensando en qué proyecto podría seguir para ganar un poco de la vitalidad perdida y decidí trabajar en la guitarra de Sammy. Estaba tardando más de lo que había pensado en entregársela,  pero cuando terminaba de mejorarle una parte se me ocurría otra cosa que agregarle y me estaba divirtiendo bastante con ello. Estaba por agregarle una fuente de energía auto suficiente y unos micro parlantes para que no le fuera necesario tener cables de ningún tipo. No habían pasado ni cinco minutos desde que empezara a trabajar en la guitarra cuando sonó el teléfono del taller, había logrado después de mucho trabajo hacer funcionar un teléfono bastante viejo que por suerte no desencajaba para nada con la estética del lugar; lamentablemente a veces pasaba que se filtraba alguna llamada y terminaba atendiendo el teléfono para cortar a los cinco segundos por ser equivocado. Esperando que sea una de esas llamadas contesté,  por lo que mi "hola" no fue el más amable de todos, estaba molesto por la interrupción y menos conversación significaba más tiempo dedicado a la guitarra de Sammy, pero cuando escuché la voz de Aurora llorando y diciendo que me necesitaba, mi lista de prioridades cambió totalmente y mi preocupación hizo que me olvidara de todo lo demás.
- ¿Qué pasó? ¿Dónde estás? Ya voy para allá.

Aurora seguía caminando por la vereda, estaba algo distraída así que se frenó en la esquina, ya todo estaba bastante mal como para agregarle un accidente. Algunas personas que pasaron la miraron tristemente al verla llorar, pero como vieron que estaba hablando al teléfono no le dijeron nada. Era raro que Aurora llorara, no recordaba cuándo había sido la última vez que lloró, posiblemente el día en que tuvo la primera visión de su vida pasada...
-Estoy saliendo del Palacio... En la esquina... Me venís a buscar?
Heinz sabía que se refería al palacio de la condesa, donde tenía su taller Aurora.
Se sentó en el duro suelo y ni siquiera pensó en que podía arruinar su vestido nuevo o se le podían correr las medias caladas que había comprado el día anterior. Sí pensó en que seguramente estaba molestando a Heinz así que enseguida agregó...
-Creo que mejor me tomo un taxi a casa...
Hablaba entre sollozos, y eso le daba bastante vergüenza, trató de tranquilizarse pero sólo podía pensar en las palabras de William y la forma patética en que le había hablado.
¿Cómo se le ocurrió darle esperanzas? ¿Por qué no le dijo todo? Hubiera sido lo más lógico, y ella siempre era lógica... pero William era su amigo, y lejos estaba de esa versión maligna de la que había sido testigo.

Mientras aurora hablaba ya estaba agarrando el saco para salir, por poco me olvido de que el teléfono tenía cable y maldije por lo bajo.
-Perdón, es este maldito teléfono con cable. Ya voy para allá.
Después escuché que Aurora quería tomar un taxi, probablemente pensando que estaba molesto, pero la realidad era que estaba preocupado y no iba a permitir que se fuera sola a su casa, además ella sabía lo mucho que odiaba ser interrumpido en mi taller por lo que no me llamaba salvo que fuera algo muy importante, y nunca podía enojarme con ella por eso.
-No no, para nada, volvé al palacio o esperame en un café de por ahí, ya salgo para allá.
No recordaba haberla oído llorar prácticamente desde que la conocí, por lo que la situación me resultaba de lo más preocupante, cualquier cosa que haya pasado debió haberla afectado como no muchas cosas en los últimos años. Suspiré e intenté tranquilizarme y poner la voz más reconfortante que pude.
-Aurora... no te preocupes, aun intentándolo sería imposible que considere un llamado tuyo una molestia, más si la razón del llamado es que algo pasa. En unos minutos llego, si?
Esperé a que me dijera donde prefería esperarme para cortar el teléfono, me puse el saco que había mantenido en mi mano durante la corta conversación, agarré las llaves y salí del taller hacia donde había dejado el auto, a las afueras del bosque. Fui moderadamente rápido, teniendo cuidado que no me pasara nada en el camino.

Aurora se tranquilizó un poco al escuchar la voz de Heinz, asintió con la cabeza, pero después se dio cuenta de lo estúpido que eso era ya que estaba hablando al teléfono.
Volver al Palacio ni pensarlo, podía volver a cruzarse con William y eso no podía pasar, si la veía así iba a tener que explicarle porque de repente tenía todo el maquillaje corrido...
-Te espero en el café de la esquina. logró articular.
Heinz sabía que a esa hora el café iba a estar casi vacío y eso era de agradecer, además tenía mesas apartadas lo que les daba la tranquilidad necesaria. Recordó la primera vez que había ido ahí con ella, había tenido unas ganas terribles de besarla pero no se había animado ya que solo habían pasado unos días de que la conociera (bueno... y por la edad...).
-Si no me ves es que estoy en el baño arreglándome un poco...
Heinz no recordaba un momento en que Aurora no hubiera estado presentable. El aspecto para ella no era solamente una cuestión de trabajo sino también de personalidad. No le gustaba para nada estar desarreglada. Aún así, para él el mejor momento del día de Aurora era cuando el sol la iluminaba por las mañanas y no tenía ni un poco de maquillaje en la cara.
Las calles a esa hora ya estaban bastante despejadas, así que no tardó mucho en llegar, de hecho cuando llegó, Aurora todavía no había salido del baño.
Empezó a buscar una mesa donde esperarla, divisó una mesa en un rincón y se dirigía hacia allá cuando ella salió del baño y corrió hacia él para abrazársele al cuello.

Me agarró totalmente desprevenido y por poco no logro mantener el equilibrio, pero como no era la primera vez que pasaba a los pocos segundos me estabilicé. La abracé fuertemente y la mantuve a unos centímetros del piso por unos segundos, nada complicado de hacer teniendo en cuenta nuestra diferencia de altura.
Luego de dejar que sus pies tocaran el piso dejé que me siguiera abrazando el tiempo que ella considerara suficiente, mientras le hacía caricias en el cabello. Aurora era de las personas más fuertes y centradas que conocía y por esa razón las raras veces que se mostraba débil frente a mi, dejaba que ella marcara los tiempos. Luego de sentir que estaba visiblemente más tranquila, nos separáramos del abrazo, le di un leve beso a modo de saludo y gesticulé para que nos sentáramos en la mesa a la que estaba dirigiéndome antes de que me tomara por sorpresa.
Mientras caminábamos la miré y sonreí pese a la preocupación, tenía un aspecto impecable y salvo por una leve irritación en los ojos casi no podría discernir si había llorado. Ese rasgo era algo que siempre me había generado cierto grado de gracia y ternura, pero procuraba no mencionárselo muy seguido, sabía que lo hacia más para ella que para los demás y me parecía perfecto.
Una vez sentados llamé al mesero y esperé a que Aurora pidiera algo para agregar un cafe doble (después del largo día sentía que me iba a desmayar si no tomaba algo de cafeína). Una vez que se fue el mesero, espere unos segundos y le dije:
-¿Qué pasó? Hace mucho que no te veo así y no te das una idea lo preocupado que estoy...

Aurora se quedó un rato largo abrazada a Heinz, su corazón ahora estaba algo más tranquilo y la calidez que él le trasmitía no solo la relajaron un poco sino que se sintió bastante mejor. Por eso lo había llamado, porque estar con él siempre hacía que se sintiera mejor, no importaba si tenía algún problema en el trabajo, o con la familia o por cualquier otra cosa. Y esta vez necesitaba su compañía más que nunca y esa sonrisa que vio en su rostro le alegró el corazón que poco antes había estado en silencio en la oscuridad... Pero ahora tenía que hablar, y tenía que recordar lo que había pasado, así que tomó asiento y pidió un café con leche. En otra ocación hubiera pedido una torta de chocolate, en ese lugar las hacían increíblemente ricas, pero no era un momento en que pudiera comer nada.
Antes de responderle tomó aire, esperando que esto hiciera que no volviera a llorar.
-Hablé hoy con William, volvía del bar y me contó que Sammy va a cantar en la banda... Tendrías que haber visto su sonrisa Heinz, supuse que me lo iba a decir tarde o temprano pero... no estaba preparada, creo que en ninguna vida lo estoy... Me dijo lo que siente por ella, y yo... yo le di esperanzas... ¿pero qué otra cosa podía hacer?
Era obvio que estaba haciendo un gran esfuerzo para no llorar.
-No podía dejarlo solo Heinz. Simplemente no podía... Vos sabés lo que quiere a Sammy y lo que quiere a Ethan...
En ese momento otra vez las lágrimas comenzaron a correr por su rostro sin que pudiera hacer mucho por frenarlas. Tenía unos pañuelitos descartables para ese caso y los usó para secarse un poco.

Escuché atentamente lo que Aurora estaba contándome, era algo que todos sabíamos que iba a pasar tarde o temprano, sin embargo en su momento nadie tuvo las agallas de hacer que cada uno se fuera por su lado, y sin embargo Ethan se fue, y por más de que a veces pasaba a saludar las ocasiones no eran muchas y sentía que complicaba más las cosas, el que tendría que haberse ido era William! Muchas veces después de aquella vez que todos tomamos esa decisión me pregunté si era lo correcto, ahora no estaba tan seguro. Cerré los ojos, bajé levemente la cabeza y suspiré.
-No deberías haber incentivado sus sentimientos. Más allá de que pueda sufrir o no, no sabemos qué fue lo que causó la tragedia. La esperanza puede ser muy peligrosa a veces. Y que Sammy toque en la banda de William? Creo que voy a tener que agregarle algún mecanismo de defensa a esa guitarra...
De repente vi a Aurora y me di cuenta de lo mucho que le costaba mantener la compostura y de que probablemente mis palabras no ayudaban para nada. Mi franqueza y brusquedad era algo que intentaba no usar con ella, pero cuando teníamos conversaciones referentes a la "tragedia", como la llamaba para resumir, se me solía escapar algún comentario poco feliz. Me acerqué un poco más a Aurora y le tomé las manos fuertemente a modo de disculpa. Me dijo que no podía dejar solo a William, y estaba de acuerdo, aunque no tenía en mente el hacerlo por la razón noble que ella tenía.
-Aurora... tranquila, hay tiempo todavía para arreglar las cosas, se lo mucho que se quieren entre ellos y por eso estoy bastante seguro que William no era del todo dueño de sus actos cuando hizo lo que hizo, solo hay que estar pendiente de él para darnos cuenta el momento exacto donde cambian las cosas...
Antes de que pudiera terminar la frase vi como un par de lágrimas se escapan de sus ojos y sentí rabia porque sabía que la situación de acá en más iba a empeorar... pero no iba a decirle eso a Aurora, no ahora por lo menos. Dejé que se secara la cara con los pañuelitos, le agarré las manos nuevamente y con los pulgares empecé a hacerle caricias, esperando a que se tranquilizara.
-¿En serio no querés comer nada? ¿Ni un cocholate? Según tengo entendido el azúcar siempre viene bien en estos casos.

Aurora volvió a recordar la charla con William y sabía que Heinz tenía razón, que ella no tendría que haberlo alentado a nada, pero aún así... ¿Qué otra cosa podía decirle? ¿Que se rindiera al amor que tenía por ella? ¿Qué excusa tenía para decirle algo así más que sus visiones? ¿Tendría que haberle dicho todo en ese preciso momento?
Se puso a pensar en Sammy, y en el horror que iba a ser para ella cuando recordara lo que había hecho William. Sammy lo adoraba, desde pequeña siempre él había sido su ancla en la corte, el que la respetó siempre, por más que fuera una niña con tanta imaginación y curiosidad al extremo de ponerse en peligro. Siempre la había ayudado, siempre había estado ahí para ella... Y Sammy... lo quería como si fuera su hermano mayor (y ella sabía muy bien que no lo era). William le había enseñado esgrima, le había enseñado sobre la corte, sobre su historia, le había enseñado su gusto por la música y siempre la había alentado a estudiar teatro, incluso cuando sus amigas de la escuela se quejaban porque ella no podía salir a jugar y tenía que quedarse estudiando para las obras. William y Sammy a esta altura eran inseparables, y se querían tanto que el solo pensarlo hacía que tuviera ganas de llorar de nuevo. Quizás Heinz y los demás no lo podían entender porque no lo habían visto, Sammy pasaba días enteros en el palacio de la condesa con William. Ella ayudaba a William y William a ella en niveles que ellos no se imaginaban.
Pero contuvo el llanto, tenía que ser fuerte, por ellos dos, por los tres. Era hora de bajar a Heinz a la tierra.
-Pero... ¿te pusiste a pensar qué pasaría si Sammy y él empiezan a salir? Sammy en algún momento se va a dar cuenta que quiere estar con Ethan... ¿Tenemos que impedírselo? Además, ¿cómo podía decirle que no le dijera a Sammy lo que siente por ella? Ella se va a dar cuenta tarde o temprano, en algún momento va a recordar... Era eso o contarle a William todo lo que sé... ya bastante me cuesta hablar con él sabiendo todo esto y no decírselo... ¿Y sabés qué es lo peor? Que Ethan y él son amigos desde que se conocieron hace seis años, cuando Ethan viene para acá siempre se juntan y cuando Ethan está en Zurich se escriben y hablan por teléfono, saben todo el uno del otro...
Heinz sabía que Aurora era la única de ellos que se había acercado más a William, quizás porque en su otra vida también había estado cerca de él... Eso no le gustó mucho por algún motivo.
-William no es esa persona todavía, no sé cómo, pero tenemos que impedir que se convierta en ese hombre Heinz...- su voz sonó casi a una súplica.

Nota: (Para que vayan sabiendo como es el tema de los tiempos). Ethan se quedó aproximadamente dos años más en Laussane (después del preludio que jugaron), entrenaba casi todo el tiempo con Toki. Lo veían seguido, ya que muchas veces se quedaba en la Torre. Nunca visitaba el dominio de Samantha, y ella empezó a frecuentar más ese lugar cuando le dieron acceso. Samantha casi nunca se quedaba en la Torre, sino en la "casita del bosque" que le gustaba bastante más.
A los 14 años Ethan se mudó a Zurich, la condesa le consiguió una beca en la academia de policía y lo contactaron con el Senescal Duncan para que pudiera vivir en ese dominio cuando así quisiera. Hace cuatro años que estudia ahí, y le falta un año más para terminar su carrera. No va muy seguido a la ciudad, salvo para recados de su señor o para ver a sus padres, a William y otros amigos que tiene de la escuela. Por lo general cuando va a la ciudad se aloja en el palacio de la condesa, y evita la torre.

Por algún motivo las palabras de Aurora me dolieron más de lo que esperaba, parte de mi todavía sentía que Sammy no había crecido y que estaba todo igual que antes. Nunca había entendido como ciertos padres estaban tan segados del crecimiento de sus hijos o de su comportamiento y pensaba que era solo una cuestión de estar atento, siendo profesor veía el cambio de niño en adulto todos los días y creía que eso me iba a dar cierta perspectiva en cuanto a Sammy se tratara. Cuan equivocado estaba. La realidad era que ahora entendía perfectamente todo, y por más de que tenía más herramientas a mi disposición para tratar con alguien de su edad, me costaba aceptar que había crecido, más todavía con la actitud infantil que a veces Sammy tenía. Y el hecho de haber visto a William como un caso aislado y una amenaza que tenía que desaparecer no ayudaba en nada. Y Aurora se llevaba bien con él... súbitamente vinieron a mi mente pensamientos no del todo afortunados sobre esa situación, pero intenté desestimarlos tan rápido como aparecieron, era una persona grande y no iba a dejarme llevar por sentimientos inmaduros como aquellos. Le dije lo siguiente convenciéndome de que las razones por las que lo hacía no tenían nada que ver esas ideas descabelladas.
-Tenés razón, te pido perdón por ser tan cabeza dura con todo esto. Te prometo que voy a dejar de comportarme como un estúpido con William y voy a estar más pendiente de él y de Sammy, no vas a estar sola en esto, está bien?
Me quedé pensando un rato en las palabras de Aurora y agregué:
-Todavía no entiendo como pudo haber pasado... pero tenemos que acompañarlo, va a ser el que peor parado salga de todos. Y si tenemos que contarle todo... creo que sería una opción viable, no va a poder luchar contra algo que no conoce. No digo ahora, pero irlo preparando para el momento sería lo ideal, si es que no recuerda algo antes. Es más, deberíamos contárselo antes de que se acuerde, el enojo que va a sentir cuando sepa que todos sabíamos sobre eso desde el comienzo puede muy posiblemente ser uno de los desencadenantes de la tragedia.

Aurora escuchó pacientemente a Heinz. Se había aferrado a sus manos muy fuerte, como si su vida dependiera de no soltarlo.
-Sé que no estoy sola, por eso te llamé- dijo y por fin le sonrió- si estuviera sola seguramente ya me hubiera banalizado...
La sola idea de que eso pasara dejó helado a Heinz. ¿Aurora lejos del mundo changelling? Ese mundo no podía ser algo bueno, ni para él ni para nadie que la hubiera conocido.
-Hablé con Edward la última vez que nos juntamos, me dijo que Ethan había tenido sueños sobre la visión, pero todavía no sabe que son imágenes de otra vida. Aparentemente los sueños que tiene no son nítidos aún. Me dijo que no quería seguir ocultándole nada, pero que tampoco estaba seguro de que decírselo sirviera para algo... Yo creo que hay que decirles, a los tres, hace tiempo que lo creo, pero no estoy segura de qué reacción puedan tener, en especial Sammy que todavía no terminó su crecimiento. Creo que no sería una buena idea decirle algo antes de eso...
El ringtone del celular de Aurora que salía de la cartera comenzó a escucharse en ese momento. Era una melodía que Heinz estaba seguro que era de alguna película de Disney. Aurora no era fan de las películas como Sammy pero algunas veces veían las películas juntas, incluso habían ido a ver Frozen las dos cuando se había estrenado.
-Perdón, me olvidé de apagarlo- dijo mirando la pantalla por si eran sus padres- Es William...- Heinz notó que suspiró profundamente antes de atender- Hola William [...] Ah sí, me fui porque me tenía que juntar con Heinz [...] ¿Mañana? Sí, ¿a qué hora? [...] Ok, ¿en el bar? [...] Bueno, está bien, nos vemos a esa hora [...] ¿Con Nicole? ¿En serio? [...] ¿Vamos a estar todos? [...] Ok, quedamos así. Hasta mañana.
Aurora dejó el celular sobre la mesa, volvió a suspirar.
-Creo que sí voy a necesitar una porción de torta de chocolate... Me dijo que mañana viene Ethan, y viene con su novia.

Nota: las partes en donde aparece [...] son las partes que habló William y que Heinz no escuchó.

Escuchar que Aurora pensara que estando sola se hubiera banalizado me dejó aturdido... probablemente me hubiera puesto más cerca de ella de no haber estado en un cafe, está bien que ya no hubiera inconveniente con mostrarnos abiertamente juntos pero me gustaba mantener cierto tipo de decoro cuando estábamos afuera, así que me conformé con mantenernos tomados de la mano.
Por culpa de aquello había perdido las primeras palabras de lo que dijo después, cuando logré entender de lo que estaba hablando mi cara de asombro fue bastante visible, me parecía algo alarmante que Ethan estuviera empezando a tener sueños sobre su vida pasada. Había que actuar rápido, y evitar que se de cuenta que aquello podría ser más que un sueño antes de estar nosotros presentes, sería un duro golpe que pensara que su mejor amigo podría traicionarlo en cualquier momento sin motivo aparente.
Me alegró saber después que ella quisiera hablar con los chicos sobre sus vidas pasadas tanto como yo, ahora tendríamos que decirle a Konrad y a Toki para ver si estaban de acuerdo. Tampoco estaba seguro de decírselo a Sammy, creo que Aurora tenía razón en que con ella deberíamos esperar.
En ese momento sonó el teléfono, no pude evitar formar una sonrisa al escuchar el ringtone con una canción de Disney que no llegué a reconocer, luego dijo que era William y la sonrisa se me borró de la cara, no podía evitar sentir la preocupación que Aurora demostraba de manera tan transparente. Esperé pacientemente a que terminara de hablar por teléfono y que me comentara qué había pasado, y ahí fue cuando me dijo que Ethan iba a venir, y por si fuera poco, con su novia. Esto podría hacer algo muy bueno, o algo extremadamente malo, y siempre fui alguien que suele inclinarse por esto último. Si Aurora iba a necesitar una torta de chocolate yo iba a necesitar un atado completo de cigarrillos... respiré hondo procurando descartar las ganas de levantarme y salir a fumar.
-Bien... parece que las cosas se van a adelantar entonces, tenemos que hablar urgente con ellos, me preocupa saber lo que pueda llegar a pasar si Ethan habla de estos sueños con William o con Sammy y eso desencadena que ellos también recuerden... Se nos rompió la burbuja parece, duró bastante dentro de todo.
Sentía bastante miedo por lo que podría llegar a pasar en los tiempos venideros, no solo obviamente por ellos, sino también por nosotros... todavía no sabíamos como habíamos terminado entrelazados en la tragedia y estaba seguro que nuestra parte tampoco iba a ser buena. ¿Cómo sigue un reino después de lo que pasó en el casamiento de Ethan y Samantha? Probablemente desencadenó en una serie de sucesos poco afortunados, hasta guerra quizás? Estaba pensando demasiado adelante e intenté sacarme esos pensamientos de la cabeza, primero teníamos que ocuparnos de ellos.
-¿Mañana los vas a ver entonces? Manteneme al tanto por favor, yo voy a tener que avisarle a Konrad y a Toki así están preparados. Y cuando los veas... intentá no pensar en esto y divertite, más allá de todos los problemas no deja de ser una salida entre amigos.

-No es fácil olvidar que es una reunión de amigos cuando va Gabriela- si bien estaba preocupada, se notaba claramente que iba a disfrutar esa reunión.
Aurora llamó al mozo que atendía en el café y le pidió una torta de chocolate, no iba a solucionar nada llorando, así que pensó que para sentirse mejor no iba a estar mal algo rico de comer... La desesperación que había sentido casi se había esfumado estando con Heinz, y ahora volvía a prevalecer la Aurora lógica que surgía cuando había un problema a solucionar. Algo que si bien en este caso era sobre gente que quería mucho, no dejaba de ser un desafío. El mozo les trajo dos cucharas y una porción grande de torta, dejándole una de las cucharas a Heinz.
-Tengo que hablar con Edward, mañana en la reunión lo voy a separar un rato del grupo, de nosotros él y yo somos los únicos que sabemos todo. Le voy a preguntar qué está soñando Ethan exactamente. Si está viendo ya las cosas va a ser mucho más fácil hablar con él primero...
Comió un pedazo de torta y después sorbió un poco de café. Se quedó pensando unos segundos y después dijo:
-Tengo el presentimiento de que Sammy va a recordar todo exactamente en el momento en que deje de ser una niña. Creo que inconscientemente está evitando su paso a la "rebeldía" justamente por eso. No quiere recordar... Y no la culpo por eso, creeme. Con ella deberían hablar ustedes, ella los considera como sus padres, quizás su mamá también debería estar presente, aunque en este caso quizás ayudara que estuvieran sus amigas de la escuela... Vamos a tener que estar atentos con Sammy, tampoco sabemos cómo va a recordar ella, así que puede ser en cualquier momento.
Volvió a comer otro pedazo de torta.
-Y siendo que soy la más cercana a William quizás tenga que hablarle yo...
Se quedó pensando unos segundos.
-O Ethan...

Sonreí cuando Aurora pidió algo para comer, ya eso demostraba que su humor había mejorado al menos un poco, noté una expresión de resolución en sus rasgos y eso siempre era bueno. Agarré una de las cucharas y me serví un poco de la porción de torta yo también; aunque no gustaba tanto de lo dulce como ella me iba a venir bien después del café doble que había pedido.
-Creo que tenés razón, tendríamos que hablar con Sammy nosotros, aunque no estoy tan seguro de que las amigas estén presentes, se que sería una ayuda moral importante para ella y que así se sentiría más acompañada pero no me gusta la idea de contarles a ellas cosas de la naturaleza changelling de Sammy. Si está Juliet por otro lado, creo que ayudaría bastante a que ambas se sientan mejor con todo esto, los padres sufren casi tanto como los hijos el camino de la adolescencia, más si le sumamos todas las particularidades de Sammy.
Después de escuchar que ella hablaría con William y que a los pocos segundos consideró a Ethan me quedé pensando un rato también. Era tan lógico como Aurora o más aún y quería que lo que sea que le diga sobre aquello sea coherente, olvidando lo absurdo que había sentido antes.
-Mmm... podrías hablar vos con él, después de todo tenés una sensibilidad para ciertas cosas que Ethan no tiene y eso puede llegar a ser para mejor. Además, pese a que entre ellos se cuentan todo, vos viste otras cosas de las que probablemente ni el propio William se da cuenta. Como lo que te contó hoy, para poner un ejemplo.

Aurora sonrió cuando Heinz se sirvió de la porción de torta, a él también iba a venirle bien un poco de chocolate después de esa conversación (aunque ella sabía bien que prefería lo salado). Quizás ahora Heinz había entendido un poco mejor en qué situación estaban. No era lo mismo cuando Sammy tenía 8 años y los chicos no pasaban de los 14, ahora la situación era otra, agravada por el hecho de que William ya sentía algo más por Samantha. Quizás en el amor no hubiera edad, y ella lo sabía bien, pero en ese caso, la edad lo definía todo, en especial porque Sammy estaba por entrar en la "rebeldía" y eso seguramente iba a desencadenar muchas más cosas de las que incluso ellos esperaban. Sammy era esa variable impredecible que lo cambiaba todo en unos segundos...
-No hace falta que las amigas de la escuela sepan nada, solo la tienen que acompañar cuando sea el momento. Pensalo así, Sammy no va a poder hablar de muchas cosas con William después de enterarse de todo, va a tener que recurrir a sus otros amigos, y en este caso creeme, es mejor que sean mujeres que ya la conocen bien. Le van a preguntar seguramente, y probablemente Sammy les cuente, pero después van a olvidarse de algunas cosas, y en otros casos van a pensar que es la típica personalidad imaginativa que siempre tuvo... las nieblas hacen eso con los que no están despiertos.
Después se quedó pensando en lo segundo que le dijera Heinz. Era cierto, seguramente no había nadie más que supiera eso, William había confiado en ella para contárselo siendo que en este caso justamente no podía contárselo a Sammy. Suspiró nuevamente y tragó un pedazo más de porción de torta.
-Sí, voy a tener que hablarle yo a William, pero voy a hacerlo después del show del sábado. Está muy ilusionado en que todo salga bien, está poniendo todas sus energías en eso, hacía tiempo que esperaba que Sammy cantara en la banda... No quiero decirle algo tan triste justo ahora.

-Bueno, voy a considerar entonces que estén las amigas, voy a tener que hablar con Juliet primero de todas formas para avisarle.
Y respondiendo a lo segundo que dijo agregué:
-Me parece prudente, que el pasarla bien en el recital le sirva de colchón para lo que viene. De todas formas me preocupa lo expuesta que va a estar Sammy tocando con la banda,  William está tan ciego que no creo que haya tenido en cuenta las consecuencias que como changelling le pueda llegar a traer. Pero bueno, lo hecho hecho está. Nos queda acompañar y suavizar cualquier cosa que pueda llegar a pasar. Y hablando de eso, voy a tener que apurarme a terminar la guitarra de Sammy para dársela antes del sábado, se que le dijeron que sea la cantante pero pude llegar a necesitarla. Me dejé llevar con ese trabajo y no paro de agregarle cosas.
Recordando la guitarra me quedé unos segundos pensando en qué otras modificaciones podría agregarle, tenía que ser muy cuidadoso para que sean lo menos notorias posibles por una cuestión estética (cosa que no era tanto mi campo realmente) y eso suponía un interesante desafío, quería que Sammy tuviera la mejor guitarra del mundo y capaz podría ponerle ciertas cosas que pudieran protegerla. Muy a mi pesar eso me hizo recordar súbitamente lo que estaba haciendo antes de ponerme a trabajar en la guitarra, haciendo que mi humor empeorara. Como acto reflejo cerré los ojos y presioné con los dedos el puente de mi nariz,  adelantándome al dolor de cabeza que iba a sentir más adelante.
-Todavía tengo que corregir los trabajos de los alumnos de primer año... debería volver por eso si no quiero acostarme más tarde de lo que ya tenía pensado. Pero, si no te molesta que vaya a la cama más tarde, me gustaría que hoy vengas al taller, creo que nos va a hacer bien a los dos tenernos cerca.
Diciendo esto la miré y esbocé una media sonrisa, que fue lo máximo que pude hacer debido al cansancio y la preocupación. Luego de unos segundos agregué:
-Antes podríamos pasar por la torre y hablar de todo esto con Konrad, creo que va ser mejor que lo sepa lo antes posible. De todas formas, terminemos la torta primero.

Aurora escuchó pacientemente a Heinz, mientras pensaba algunas cosas y tomaba más café. La taza se empezó a vaciar a medida que conversaban y a pesar de estar comiendo la torta de chocolate ya estaba pensando en que podrían cenar juntos esa noche...
-William ya sabe lidiar con los fans, no te preocupes, Sammy dio una entrevista hace unos dos años y no tuvo problemas que yo sepa. Lo único público que hacen siempre que hay un show son los afiches, y como esto fue todo a último momento ella ni aparece en los carteles...- Heinz estaba viendo solamente lo malo así que procedió a contarle lo bueno- Este show va a ser sumamente bueno para los nuestros, la cantidad de glamour que esos dos pueden generar en un show así seguramente va a ser mucha... Y podés estar seguro que Sammy va a cantar, hace meses que viene practicando con la guitarra, y tuvo un buen maestro. Pero si estás preocupado, podés pedirle a Toki que vaya al show para cuidarla, en caso de que pase algo él va a estar atento de todo. Además el dispositivo que hicimos para que no puedan filmar o sacar fotos y subirlas a internet funciona perfecto... las únicas fotos que tienen los fans son las de los carteles. William siempre controló la exposición sin problemas, hace años que tiene la banda ya y sabe cómo lidiar con la banalidad que traen los fans. Por eso nunca quiso dejar de ser una banda under desde el principio...
Cuando Heinz mencionó lo de ir a su taller a Aurora se le iluminó la cara.
-Eso me gustaría mucho, y si querés te puedo ayudar a corregir los exámenes- le sonrió- ¿Podemos pasar primero por casa así busco algunas cosas?

Escuchar que Aurora estaba más tranquila hizo que me tranquilizara en parte yo también.
-Está bien, no puedo evitarlo a veces, pensar en lo malo por lo menos me permite encontrar soluciones si llega a suceder alguna de las cosas en las que pienso, no me hagas caso.
Y después al ver que le parecía buena idea acompañarme me tranquilicé aun más y agregué:
-No quiero que te pongas a hacer algo tan aburrido como corregir, pero te mentiría si te dijera que no me vendría bien la ayuda.- y diciendo lo siguiente dejé escapar una pequeña risa -y pobres, creo que los últimos que corregí sufrieron de mi mal humor.
Me pareció buena idea que pasáramos por su casa si necesitaba buscar algunas cosas, así que le dije:
-Perfecto, pasemos por tu casa primero y después vamos directo a lo de Konrad.
Nos quedamos un rato mas en el café mientras terminábamos la torta, llamé al mozo para pagar la cuenta y nos fuimos. Tenía el auto bastante cerca por lo que no tuvimos que caminar tanto. Nos subimos y tomé el camino hacia la casa de Aurora. Como era medianamente tarde, llegamos bastante rápido debido a la poca cantidad de autos. Por suerte había lugar justo en frente de la casa así que estacioné ahí.
-¿Queré que te acompañe o te espero acá?

Aurora terminó de comer la torta y de vaciar la taza de café, sabía que Heinz no iba a dejarla pagar la cuenta así que ni lo intentó. Siempre que salían él pagaba todo, así que su forma de compensárselo era con regalos de todo tipo, en especial ropa, así que era muy raro que Heinz comprara algún traje, casi todos los que tenía eran regalos de Aurora y confeccionados por ella misma.
-No me molesta tanto corregir exámenes, quizás pueda revisar esos últimos que corregiste sino pobrecitos tus alumnos...- dijo esbozando una sonrisa.
Siguió a Heinz hasta el auto y se sentó en el asiento del acompañante. En seguida sacó un espejito de mano y se miró en él. Todavía tenía algo rojos los ojos, pero ya casi se había ido del todo. El viaje fue corto, no había vuelto a prender el celular, y estaba tentada en no volver a hacerlo, pero como sabía que iba a estar toda la noche en el dominio y ahí era difícil que llegara alguna señal lo prendió mientras viajaban. Tenía un mensaje más de William que decía "No le digas nada a los chicos de que Sammy va a cantar en la banda".
-William dice que no le diga a nadie que Sammy va a cantar en la banda... en fin, supongo que eso no va a hacerle mal a nadie...
Cuando llegaron Aurora sacó las llaves y bajó del auto.
-No voy a tardar mucho, pero pasá, no me gusta que esperes afuera.
El departamento de Aurora no era muy grande pero estaba muy ordenado, no había nada fuera de lugar. Las paredes estaban tapizadas con un papel con rosas blancas. Las lámparas del techo eran lo más "lujoso", se parecían bastante las grandes arañas que había en el palacio pero eran bastante más chicas. A un costado había una máquina de cocer, Heinz sabía que era una máquina normal, la máquina de cocer que usaba para los trajes de la condesa la tenía en el taller del Palacio. Estaba sobre un escritorio blanco, que combinaba con todos los otros muebles que había en el lugar. Una alacena vidriada con vajilla que seguramente valía más que todo lo demás que había en departamento, un mesa de vidrio con sillas blancas haciendo juego, y por último un equipo de música bastante moderno. Al lado había un pequeño mueble que guardaba gran cantidad de discos con música de todos los estilos, incluídos los clásicos. El living lo remataba un cómodo sillón blanco y dos pequeños sillones que acompañaban el juego.
Aurora se metió en la habitación, no sin antes decirle:
-Si quéres servirte algo ya sabés donde están las cosas- y sonrió.
A los diez o quince minutos salió con un bolsito de mano, y tenía puesto otro vestido, otras medias y otros zapatos, lo único que no había cambiado era la cartera (y porque seguía combinando con lo que tenía puesto). Heinz sabía que si bien el departamento era chico el espacio mayor se lo llevaba el placard y el cambiador de ropa, donde además había gran cantidad de zapatos y carteras.
Aurora dio una vuelta con el vestido nuevo, como siempre que Heinz veía un vestido que no había usado antes.
-¿Te gusta?- le preguntó.

La acompañe a Aurora hacia adentro del departamento, contesté con un "no pasa nada, te espero" a su ofrecimiento a que me sirviera algo si quería y me acomodé en el sillón. Cuando ella decía que no iba a tardar realmente no tardaba, por lo que preferí esperar. Resistí las ganas de poner algo de música, me gustaba bastante la colección de discos que tenía, pero nos íbamos a ir pronto y eso muy probablemente iba a hacer que nos retrasemos, así que me entretuve viendo los detalles de la habitación. Siempre me gustó el papel tapiz de las rosas blancas, por los recuerdos que estaban aferrados a ellas.
Después de unos minutos Aurora salió de la habitación. Preguntó si me gustaba lo que tenía puesto y sonreí, prestándole más atención a ella que al vestido.
-Mucho.
Me levanté del sillón con intenciones de acercarme a ella, la tomé de la cintura y le di un beso no muy largo. Me reí por lo bajo de las repentinas pocas ganas que tenía de ir a lo de Konrad, pero era preferible ir y charlar con él y Toki, si estaba, lo antes posible sobre todo lo que habíamos estado hablando con Aurora.
-Bueno... será mejor que nos apuremos, así no llegamos tan tarde. Cuando estés lista vamos.

Esperé pacientemente a que Heinz contestará a mi llamado. Llamé directo a su celular, esperando la más fiable posibilidad de que no estuviera en un dominio feerico como el mío donde la señal de su celular no funcionara. De todas maneras, el había creado el teléfono por el cual yo estaba llamando. Y como artefacto quimérico tenía la enorme posibilidad de que llegará el llamado sin importa en donde estuviera él. Esperé que él tuviera la iniciativa de responderme con un saludo y cuando así fue yo le dije:
-Hola Heinz. Soy yo, Konrad ¿Andas ocupado esta noche?-

Empezó a sonar el teléfono y me extraño un poco, no era un horario común para que me llamaran. Agarré el celular de todas formas y vi quien era.
-Qué oportuno, es Konrad.
Atendí el teléfono y lo saludé.
-Hola.
Respondió el saludo y agregué:
-Ya se que sos vos, tengo el número guardado en el teléfono. Estoy con Aurora, justamente pensábamos pasar por allá en un rato. No se me ocurrió avisarte, perdón, ¿está bien?

-Sí, claro. Y estoy con Sammy. Estamos viendo de preparar la cena- comencé a explicarle a mi colega rocket. -Ella tenía muchas ganás de que tú y Toki vinieran para acá a compartir la cena. Se alegrará mucho también de que Aurora nos acompañe, así que ella también esta invitada. Ademas, ella tiene noticias que darles...- Tras dicho eso, intenté contener mis miedos escondidos respecto al hecho de que Samantha había aceptado la oferta de William de cantar en su banda para que ella no descubriera en mis gestos que una preocupación estaba ocultando. Me era muy importante tener que explicarle todo esto a Heinz y a Toki sin que alarmáramos a nuestra frágil Sammy con algun posible "inconveniente". -No sé si te has enterado de las ultimas noticias sobre la banda de Wiliam...-
Intente esconder mi nerviosismo con la mayor solemnidad posible y pude asegurarme de que Samantha ni se percatará. Pero otra cosa era mi tono de voz para un hombre (y changeling) de la edad y experiencia de Heinz, bastante parecida a la mía por no decir casi exactamente iguales..

-Ya estamos enterados de todo... de hecho a Aurora le dijo William. Hablar con vos era en parte la razón por la cual íbamos a pasar por el dominio.
Noté que Konrad estaba tan preocupado como yo por el asunto, así que no hice ningún comentario al respecto. Probablemente él dedujo lo mismo de mi tono de voz. Cambié rápidamente de tema para que Konrad no tuviera que esforzarse en ocultar su nerviosismo frente a la ya no tan pequeña changelling.
-¿Así que Sammy va a cocinar?- y en tono de broma agregué -Decime por favor que no la estás haciendo experimentar con gusanos. Si querés que compremos algo de comida en el camino todavía estás a tiempo.

El comentario por parte de Heinz me sacó una sonrisa silenciosa del cual él no pudo ser testigo. Luego le contesté con una jocosidad que era imperceptible por culpa de mi suave voz y mi emerito carácter. -No te preocupes. Los experimentos con gusanos están reservados solo para mí y unos cuantos amiguitos cuervos que vinieron a visitarnos. Sí deseas pueden traer algo de comer ustedes, pero Sammy y yo estaremos más que encantados de cocinarlos nosotros...-
Tras dicho eso, me quedé callado en aquel repentino silencio que era tan típico de mi parte, como esperando a que Heinz retomará la palabra.

Siguiendo la broma, agregué:
-Está bien, confiaré en el control de calidad de Sammy. Bueno Konrad, nos vemos en un rato, no tardaremos mucho en llegar.
Esperé a que contestara y corté, miré la hora del celular para calcular en cuanto tiempo llegaríamos y después la miré a Aurora.
-¿Estás lista? Parece que vamos a llegar justo para la comida.