(Puerto Blanco) El viaje con Keneth (Keneth, Melany)

La hospitalidad de los Manderly era envidiable, nos dejaron en nuestras habitaciones donde pudimos asearnos y descansar un poco del viaje. La habitación no era sumamente lujosa pero sí muy cómoda. Tomé un baño ayudada por una muchacha a la que habían dejado conmigo para que me asistiera. Elegí un vestido azul del baúl que había traído de casa.
Cuando vinieron a informarme que Lord Manderly nos esperaba en la sala del Tritón agradecí amablemente y bajé las escaleras.
Todo estaba adornado con motivos marinos, en las salas al contrario de las habitaciones, estaba todo más ornamentado y ricamente decorado.
-Lord Manderly, muchas gracias por habernos recibido tan amablemente. Ha sido un largo viaje y el mar no se comportó tan bien con nosotros como me hubiera gustado.
Parecía que Kenneth todavía no había llegado, seguramente no iba a tardar, me pregunté qué había pensado en primera instancia de las niñas. A mí me habían parecido un primor.

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Sin duda este había sido un buen comienzo para nuestro viaje, salvando la travesía marítima, la gente parecía aún más cálida de lo que se contaba de la gente del norte y eso era bueno, la hospitalidad es una tradición que para mi vale mucho.

Si bien me dieron tiempo algo de tiempo, seguramente para ponerme más cómodo, yo simplemente arregle lo que traía puesto, una armadura de cuero que tenía el escudo Hawkeye sobre unas túnicas y pantalones blancos con detalles en azul y rojo, y sobre eso llevaba un tabardo a juego con el escudo de armas de la casa bordado hermosamente en el centro, obviamente portaba mi espada a la cintura colgando de un cinto que cruzaba al que mantenía al tabardo en su lugar, y como siempre tenía mi cuchillo en la derecha, nunca se sabía cuando se podía necesitar un cuchillo.

Luego, me asegure de que los collares estuvieran en sus cajas y los guarde en un bolsito que colgaba del cinturón del tabardo.

Mientras me preparaba me detuve un segundo a pensar en las chicas Manderly, sin lugar a dudas eran interesantes, la mayor parecía entender de que se trataba todo esto mientras que la más joven sin dudas no lo tenía muy en claro, o eso me pareció.

Con algo de suerte tendría un poco más de tiempo para conocerlas.

Para cuando me vinieron a buscar ya estaba listo, solo tuve que ponerme la capa, en el norte hacía un frió sobre cogedor, como en lo alto de las montañas de la luna, debía ser difícil vivir aquí en invierno...

La capa era azul, con los bordes decorados en blanco y rojo, los bordados hacían alusión a águilas blancas y halcones rojos cazando mientras, esta era la única prenda que vestía que tenía una heráldica diferente a la de mi querida casa, sobre el hombro derecho portaba mi escudo de armas personal, aquel que me dieran cuando fui armado caballero por mi maestro, en general era igual al de mi familia, solo que estaba partido en diagonal con el águila sobre fondo blanco en la parte superior derecha y debajo sobre un fondo azul un pez blanco.

Cuando lo vi recordé cuando mi maestro me comento cuando lo había ordenado, unos días después de mi vigilia, el quería un pez negro, pero al parecer no se podía por alguna regla de los colores o algo así, estaba bastante molesto por eso, pero unos vinos y una chica lo calmaron.

Al entrar en la sala del Triton, la pompa de Puerto Blanco estaba en su maximo esplendor. Ambas niñas se habian cambiado de ropa y perfumado para recibir a su posibl marido.

Wyn

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Wylla

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El primero en bajar fue Kenneth, pero las niñas llegaron casi a la par, como si hubieran estado esperando que él apareciera para unirse a nosotros.
-Lady Wyn, Lady Wylla- les hice una reverencia a ambas Espero que nos podamos conocer en nuestra estadía en su Castillo les sonreí.
Esperé a que Kenneth les hablara mientras yo las miraba a ellas y sus reacciones para con él.

Una vez se abrieron las puertas de la sala del trono de los Manderly pude ver a toda esa gente reunida, una verdadera corte, una visión imponente para un simple heredero de una casa del valle, sin duda este era uno de los puertos más importantes y ricos de Westeros.

Era la hora dejar una impresión favorable para mi casa y para mí, así que comencé a caminar con paso seguro por el centro de la sala, con la cabeza en alto mirando al trono y quienes lo rodeaban. Pude escuchar mis pasos resonar en el suelo decorado de la sala, sonaba marcial, cualquiera que me viera a una legua de distancia seguro notaría mi porte y caminar como el de un caballero, y saber eso me daba confianza del algún modo, quizá el dicho de que el mayor escudo de un caballero es su honor no sea solo habladurías.

Camine hasta estar cerca del trono y las doncellas Manderly, con la suerte de quedar justo sobre una de las estrellas de los Siete que decoraban el piso tan finamente trabajado, ¿suerte o destino?, quien sabe.

-Mi ladys, mi lord, tía- Dije saludando, por un momento casi quedo sin habla, sin duda las hijas Manderly tenían unos ojos hermosos, ¿como se me pudo escapar ese detalle antes?.

-Mi Lord Wyman vuelvo a agradecer vuestra hospitalidad y espero que me permitas demostrar mi agradecimiento con un regalo para Lady Wyn y Lady Wylla- dije con una sonrisa y presentando los estuches con los pendientes.

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Ambas niñas miraron a su abuelo antes de adelantarse para recibir los regalos. Lord Manderly asintio con la cabeza. Wyn, la mayor, avanzo y descendio el par de escalones que los separaban hasta ponerse frente a Keneth y sus ojos estaban llenos de ilusion. Mel conocia esa mirada ...

Con cuidado guarde la cajita que tenía en la mano izquierda para tener la mano libre, luego, con cuidado, abrí la caja que tenía en la mano derecha para sacar el pendiente que había comprado y lo deje brillar un poco contra la luz que entraba por los ventanales.

-mi Lady, espero que este pequeño y humilde detalle sea de su agrado- luego separe la cadena con ambas manos y espere a que me dejara colgar el pendiente de su cuello.

Yo conocía esa mirada, era la misma mirada que tenía Laurent antes de irse del castillo, la misma mirada que tenía yo cuando era una niña y todavía no me lo habían arrebatado.
Sonreí recordando esos días, ya se habían ido hace tiempo...
Kenneth era lo más parecido a un caballero de los cuentos que había conocido, mi sobrino era ya todo un señor, y esa niña seguramente tenía la ilusión que toda niña tiene cuando todavía cree en los caballeros de los cuentos...

Wyn acepto el regalo con una hermosa sonrisa, llena de ilusion. Wylla tambien recibio el regalo pero era una niña todavia y no entendia demasiado. El resto de la velada la pasaron comiendo y contandose cosas de ambas tierras. La historia de Puerto Blanco era muy pintorezca, como La Guarida del Lobo habia cambiado muchas veces de dueños.
- Lady Mel - Lord Wyman le pidio que se acercara - Me permitiria una pequeña conversacion entre usted y yo en mi estudio?

El día había pasado muy rápido, charlamos bastante con nuestros anfitriones quienes fueron muy amables con nosotros, las dos niñas se comportaron como dos damitas, ambas muy bien educadas. Cuando Lord Wyman me preguntó si podía ir a conversar con él a su estudio se me ocurrió que quizás quisiera hablar sobre algún acuerdo comercial entre nuestras casas... además de la obviedad del matrimonio.
-Como no Lord Wyman, lo sigo.
Me levanté de la mesa y haciendo una reverencia a todos les dije:
-Espero verlos mañana a todos en el desayuno
Había sido un día largo, pero ameno, no sabía cuánto tiempo iba a llevar la conversación pero realmente ya estaba algo cansada y quería dormir un poco, así que me despedí por el momento, dejando a Kenneth con el resto de la familia a la mesa.

-Lady Wyn, me comentaron que su castillo tiene uno de los jardines más bellos del norte, si no es muy atrevido de mi parte me preguntaba si no podríamos recorrerlos y charlar un poco- le comente cuando ya estaba finalizando el banquete, quería conocer un poco más de ella y las charlas banales que estábamos teniendo, si bien entretenidas, no me deban la oportunidad de conocerla.

- Por supuesto mi lord - Wyn paso su brazo atravez del de Keneth - Si me acompaña - y no le dejo muchas alternativas.

Vamos a dividir para que, por un lado, Keneth "pasee" con Wyn y Mel hable con Lord Manderly.