(Los Gemelos) La cortesia Frey (Keneth y Melany)

El camino a caballo desde Puerto Blanco hasta Los Gemelos era agotador. Casi tres semanas de viaje entre barro y piedras hasta poder llegar al camino real. Una vez en el fue solo seguir su contoneante ritmo hacia el sur. La figura de Los Gemelos se recorto en la neblina como dos enormes guardias. El ruido del rio pegando contra las columnas del puente, el enorme arco de piedra pulida que servia para cruzar el caudaloso Forca Verde.
Los caballeros de Lord Manderly se despidieron cuando llegaron al camino real. Un abrazo de Ser Hallis a Keneth y un delicado beso en la mano de Melany por parte de Ser Marlon.
- MI señora. su recuerdo quedara grabado en mi y cuando me hablen de belleza, solo pensare en usted - Habian sido las palabras del caballero antes de ordenar el regreso de sus hombres.
Ullen encabezaba la formacion. El muchacho parecia haber crecido durante el viaje. Sobre sus jovenes hombros descansaba la seguridad de sus señores y a sus ordenes habia cincuenta hombres de los cuales muchos le doblaban la edad.
A pocos kilometros, un estandarte de los Frey corto la neblina matutina. A medida que se acercaron descubrieron a su comandante, un hombre calvo, alto de ojos muy vivos.
- Ser Aenys Frey - Ser Jonos Redcliff era uno de los pocos caballeros que habian servido a Orell y aun era parte de la guardia de Hawkeye. Un caballero con experiencia pero con poca paciencia para el mando pero con una memoria privilegiada en lo que a detalles se podia decir - Lord Walden a enviado a uno de los hijos que tuvo con la Royce pensando que, como venimos del Valle nos caera mejor. El viejo tiene tantos hijos, nietos y biznietos que, quizas ya haya hecho la octava ... - Miro a Mel y se sonrojo - Disculpe señora, los años me soltaron de mas la lengua. Joven Lord tenga cuidado, su abuelo decia que los Frey son hombres de temer.
La escolta se acerco con Ser Aenys a la cabeza - Mis señora, mis señores, Lord Walden Frey les envia sus saludos y les agradece por aceptar su invitacion. - MIro hacia ambos lados - Si me permite, los escoltaremos

Lord Manderly era todo un caballero, y ciertamente sabía como halagar a una mujer.
-Le agradezco mucho su hospitalidad, y muchas gracias por acompañarnos hasta aquí, si en algún momento desean ir a Castillo de Niebla espero estar yo a la misma altura para servirlos
El viaje había sido largo, sino hubiera sido porque me gustaba mucho pasear lo habría odiado. Algunos días me gustaba subir al caballo pero la mayoría del tiempo había viajado en la carreta. Kenneth no parecía agotado, eso para él era un deber, y lo cumplía como siempre hacía con sus deberes.
Cuando Ser Jonos nos avisó que ya nos estaban esperando no pude más que alegrarme, hubiera dado todo por un buen baño... me reí con su comentario sobre Lord Walder, seguramente nos atenderían bien, después de todo no pasaba siempre que un heredero de una casa del Valle visitara esas tierras. Ser Aenys nos recibió como todo buen anfitrión.
-Es un honor que haya venido a recibirnos Ser Aenys, es un placer conocerlo me incliné haciéndole una reverencia y me dispuse a seguirlo.

- Mi señora - Aenys le beso la mano con labios secos y rugosos, mas por obligacion que por gusto.
La linea de caballeros se encamino por ondonadas hasta el castillo de Los Gemelos. El puente, en forma de arco sobre el Forca Verde estaba rematado, a ambos lados del rio por dos castillos identificos, feos y achaparrados protegidos por sendos muros y fosos. En medio del puente se alzaba una torre a la que llamaban La Torre del Agua. Los rastrillos del castillo oriental se encontraban levantados para permitirles el acceso y cruzaron toda la estructura hacia el lado occidental donde Lord Frey los esperaba. El puente era tan ancho que permitia, comodamente, el transito de dos carros juntos. A lo largo de todo el camino se cruzaron con decenas de personas que iban y venian, todos muy parecidos entre ellos y con el sigil de los Frey bordados de alguna manera. Aenys hizo detenerse a la caravana frente al rastrillo del segundo castillo.
- MI señor padre los recibira en el salon de audiencias - Miro a ambos - Si me dsiculpan, debo dejarlos. Nos volveremos a ver en la sala. - La sonrisa se volvio algo libidinosa al mirar el escote de Melany.
Una mujer rubia, vestida en hermosas telas rojas con bordados en dorado se acerco a los Hawkeye tan pronto como Ser Aenys se retiro, detras de ella venia otro Frey, algo mayor que Aenys pero igualmente carente de atractivo y de barbilla, con la piel lechosa y la espalda encorvada.
- Los dioses son caprichosos - Ser Jonos dejo escapar las palabras por lo bajo - Estos Frey son una burla a los hombres y aun asi se casan con leones. Si este no fuera noble, deberia buscar el favor de las prostitutas mas feas de Puerto Gaviota. Ser Emmon Frey y Lady Genna Lannister, hermana de Lord Tywin Lannister.
Ullen no podia contener la risa asi que se bajo el yelmo pero las contorsiones de su cuerpo denotaban que se estaba descostillando de risa. Sus compañeros lo llevaron al fondo de la fila y lo cubrieron.
- Bienvenidos a Los Gemelos - Genna camino hacia Melany como si la conociera de toda la vida - Tu debes ser Melany, eres el vivo retrato de tu madre, que los dioses la cuiden y tu, Kevin era? Keneth! Perdoname hijo pero si tuvieras que recordar todos los nombres de esta casa sabrias lo que es. Lo bueno es que han tomado por costumbre ponerle a los nietos como el viejo, Walden, entonces tienes una larga e innumerable variedad de Walden dando vueltas. Gritas Walden y una docena de comadrejas te miran - y sonrio buscando la complicidad de ambas - Cuando terminen aqui viajaremos a Aguasdulces para que conozcas a mis sobrinas. Esas si son bellezas.
Emmon, detras, intento un par de veces intervenir pero la catarata inacabable de palabras de Genna lo tapo y solo se limito a saludarlos sin decir palabra
- Los leones comen comadrejas - Se escucho decir a Jonos muy bajo, casi inaudible. Genna lo miro y l sonrio y el viejo caballero se puso rojo como un tomate.

Después de la cálida bienvenida de los Manderly en Puerto Blanco, este frío y obligado recibimiento de los Frey quizás se sintió incluso peor de lo que era. Cruzando el camino por el río confirmé lo que ya me habían dicho, el poder de los Frey radicaba en su posición geográfica estratégicamente ubicada para hacer pasar un ejército por el cuello sin ningún problema. Era real que había otros caminos, pero teniendo ese paso el camino era mucho más fácil y rápido.
-Le agradezco mucho que nos haya conducido hasta aquí Ser Aenys- no dejé de notar que sus ojos se quedaron posados en mi escote.
Ser Jonos tenía una memoria envidiable, aunque todos ya habíamos oído hablar alguna vez de Lady Genna. Había querido conocerla siempre, pero nunca había tenido la oportunidad. Este era un buen momento para hablar con ella.
-Lady Genna, es un placer conocerla, hace mucho tiempo que ansío hacerlo, pero nunca había tenido la oportunidad- le hice una reverencia y pregunté lo que seguramente ella ya había esperado que pregunte- ¿Usted conoció a mi señora madre? Muchos me hablan de su belleza, pero lamentablemente ya casi no puedo recordarla... Era muy pequeña cuando los dioses antiguos se la llevaron.
Vi que Lord Emmon intentaba saludar desde detrás de su esposa así que le hice una reverencia también y lo saludé.
-Lord Emmon, un placer.
No había escuchado lo que dijo Ser Jonos, pero Genna lo miró y él se puso colorado, parecía que nada se le escapaba a esta noble señora.

Dedique una mirada a Ullen por un segundo, se le estaba haciendo una costumbre un tanto arriesgada hacer esos comentarios... verdaderos, pero problemáticos.

-Un placer mi Lady Genna, debo reconocer su proeza con los nombres y me siento halagado de que recuerde el mío- le conteste haciendo buen uso de la etiqueta que me habían enseñado.

- Te conformas con poco hijo - Genna le sonrio
Caminaron juntos por las salas grises, bastas, parcas. Castillo Niebla tenia varios miles de años mas que este lugar y aunasi no es tan lugubre. Varios Frey los saludaron como si lo conocieran de toda la vida y otros como Si fueran a pedirle dinero prestado.
- Ahora entiendes lo que es vivir aqui? - Genna beso a Keneth en ambas mejillas y a Melany de la misma manera - El viaje de Aguasdulces sera mas agradable, se los prometo. Que los siete los cuiden. Vamos Emmon - y el Frey lo siguio.
Las puertas de la sala central de Los Gemelos se abrieron y dentro habia mas de 50 personas, casi todos con la misma cara de comadreja, mujeres y hombres por igual. Al final del salon, en un trono de roble con dos torres tayadas, Lord Walden Frey parecia estar a punto de morir. Viejo y decrepito, piel y huesos, la imagen misma de la muerte, pero aun seguia gobernando con mano de hierro el paso que recibio hace demasiadas decadas de manos de su padre.

Demasiada gente en esa casa... mucha gente... Lady Genna tenía razón, seguramente era muy complicado aprenderse todos los nombres, y por eso le ponían Walder a todos los nietos... Acostumbrada a nuestra (dentro de todo) pequeña familia, estar en un lugar tan concurrido me hizo sentir como si estuviera en una fiesta...
Quizás fuera difícil acostumbrarse a eso, pero también pensé que con tanta gente alrededor nunca podían sentirse solos.
Crucé por la sala saludando a aquellos que se detenían a hacerlo, dejé a Kenneth ir adelante, para que se presentara primero ante Lord Walder Frey.
Y fue lo mejor, porque cuando estuve cerca de él, el recuerdo del viejo vino a mi mente.

Era algo incomodo estar en una sala tan llena de gente, pero bueno, no sé si yo podría tener, o acostumbrarme a una familia Tan numerosa...

-Mi lord Walder Frey, déjeme presentarme, mi soy Ser Kenneth Hawkeye, heredero de Castillo Niebla, y la dama que me acompaña es Lady Melany Hawkeye, mi tía. Es todo un honor conocerlo a usted y vuestra parentela... lamentamos incomodarlo más le solicitamos pan y sal, y su amable hospitalidad durante nuestra estadía-

luego hice una pequeña reverencia de cortesía, siempre atento a mis alrededores.

- Y la tienes muchacho sino no te hubiera invitado - El tono agrio y desagradable de Walder Frey hacia perfecta combinacion con la fama que lo presedia - y tu tambien Lady Melany. Eras tan Tully niña que eso debe doler. Pero no estamos para tanta chachara. A ver! - palmeo un par de veces al aire - traigan a sus niñas para que Lord Keneth decida con cual quiere quedarse. Vamos! Rapido!
Un tumulto se armo en los laterales del salon, se escucharon algunas risitas y varios no, forcejeos. Una sola niña camino hacia su padre. La unica hija de su sexto matrimonio, Roslin Frey. Roslin era una joven menuda para sus años, con la piel tan blanca como si acabara de tomar un baño de leche. Su rostro era hermoso, con la barbilla pequeña, la nariz delicada y grandes ojos castaños. Una espesa mata de cabello caoba le cae en ondas hasta una cintura muy fina.
- Mi Lord - hizo una pequeña reverencia hacia Keneth

Spoiler:

No me sentía bien en ese lugar, sentía que me faltaba el aire... y ese viejo me recordaba mucho a mi ex marido... ¿por qué había tirado el colgante de Laurent al mar? Ya no podía recuperarlo...
¿Dónde estaba? En la casa de Lord Walder Frey... no me sentía bien...
Logré articular unas palabras de cortesía tanto para el viejo como para la niña Frey, traté de sonreír, me mantuve firme, tratando de llevar aire a mis pulmones pero no parecía querer entrar.
-Lord Walder, Lady Roslin, es un placer estar bajo su techo...
Cuando hice la reverencia sentí que mi mundo daba vueltas... ¿qué me estaba pasando?

Ver a mi tía así realmente me tomo desprevenido, ¿que estaba pasandole?.

Empece a hablar pausado y tranquilo, manteniendo un aire sereno pues no había que ofender al anciano Frey, pero ahora mi prioridad numero uno era velar por mi tía -Muchas gracias mi Lord Walder, pero por favor sepa disculparnos, el viaje a sido largo y mi tía no se encuentra bien- dije de la forma más cortes -Me temo que en esta situación no es de buen augurio definir un tema tan importante y no me gustaría ser descortés para con usted o mi lady- dije dando a entender que me refería a Roslin a quien no conocía -más si me lo permite estaré muy feliz de hablar sobre esto una vez nos hayamos repuesto de nuestro viaje, si os parece bien mi Lord

No puedo respirar... ¿Kenneth está conmigo? ¿Por qué no escucho lo que dice?...

"Volveré, te lo juro y voy a ser digno para poder pedrile a tu padre ser tu esposo. Por los dioses antiguos y los nuevos, lo unico que quiero en la vida es estar contigo"
"Laurent... te voy a esperar, lo prometo... lo prometo..."

"Kenneth no me dejes sola..." ¿qué me está pasando? ¿Por qué me acuerdo de esto ahora? ¿Por qué tiré el colgante al mar? Era lo único que me quedaba de Laurent...

No puedo respirar... Kenneth... No me sueltes, no me dejes caer, no está bien visto en una dama...
¿Por qué los dioses no vienen a buscarme a mí también? Podría reunirme con mamá, con papá, con Rowen... quizás esté bien dejar de respirar... Todo sería más fácil...

"Kenneth no me sueltes..."

- Mi señora - Ullen, unos pasos detras se lanzo a la carrera al ver a Mel desvanecerse. El resto de los hombres de Haweye tambien se lanzaron hacia su dama

"Mel... Mel..."
"¿Laurent?"
"Mel, te quedaste dormida"
"¿En serio? ¡Perdón!"
"No te rías, no es gracioso"
"No quería decirlo pero tu historia es muy aburrida..."
"¿Cómo que es aburrida? Es la historia que le escuché cantar a ese bardo en Forja de Héroes"
"Es muy aburrida, no hay dragones, ni tampoco hay criaturas del invierno que viven del otro lado del muro..."
"Pero esta historia no tiene esas cosas, es una historia de amor entre una princesa y un caballero"
"Por eso es aburrida"
Nos reímos juntos, como tantas otras veces, me gustaba mucho verlo reír...
"¿Ves? a vos también te parece aburrida la historia..."
"No, no me parece aburrida, pero me da gracia que para vos sí lo sea..."
"Esa nube parece un barco"
"¿Un barco? ¿Dónde ves un barco?"
"Ahí, mirá acercate, seguí la figura, esas son las velas, y ese es el mástil y allí están las olas de mar"
"Tenés mucha imaginación..."
"¿Lo viste?"
"No"
"¡Pero si está ahí! ¡Mirá de nuevo!"
"Para mí se parece a un Castillo... mirá, esa es la torre, y allí está el puente levadizo, y esa es la puerta principal..."
"Por más que intento no veo un castillo ahí Laurent..."
"Eso es porque tenés tu cabeza en mi pecho, si lo ves de este lado se ve claramente un castillo"
"A ver... ¡ah! ¡Tenés razón! ¡Es un castillo! Y arriba de la torre se ve un dragón que va a remontar vuelo..."
Otra vez Laurent es empezó a reír, esa risa que nunca iba a olvidar...
"Siempre tenés que ver dragones..."

Por reflejo alcance a sujetar a mi tía que caía desmayada, la sujete con firmeza mientras le hacía un gesto a una de las damas de compañía de mi tía para que se acercara.

¿El viejo walder no iba a decir nada?, tome un poco de aire y aclare mi mente, no iba a ser irrespetuoso o generar una rencilla en su casa, más cuando solo estábamos de paso.

-Lyz, por favor ayudame- le dije a la dama dejando que ella sujete a Melany - Mi Lord Walder, debemos retirarnos a nuestros aposentos, ¿puede alguna de sus damas conducirnos?-

La cara de disgusto de Walder Frey podia descifrarse sin mucho esfuerzo. Era asco y descepcion.
- Por aqui - Genna habia ganado el lugar entre sus guardias y ellos - Saquemosla a tomar aire. Emmon, puedes traer al maestre a nuestras habitaciones?
- Mi señor? - Roslin se tomo del brazo de Keneth mientras Ullen y sus hombres se llevaban a Mel - Puedo acompañarlos?

-Si- le conteste rapidamente, mientras más pronto salgamos mejor, y quizá eso apaciguara al viejo frey -La seguimos Lady Genna-

¿que le había pasado a la tía?, ella era una de las mujeres más fuertes y decididas que conocía...

Laurent me había regalado ese hermoso colgante, no era valioso pero para mí era un tesoro que difícilmente cualquier otro objeto pudiera reemplazar. No iba a sacármelo nunca...
Quería regalarle algo a él pero no sabía bien qué... hasta que se me ocurrió, sí, eso iba a gustarle estaba segura.
Abrí un cajón del maquillador de mamá y saqué un guardapelo. No tenía nada adentro, lo había comprado y solamente lo había usado una vez, el día que me habían llevado a mi primer baile. Había pedido que le pusieran una piedrita azul para que combinara con mi vestido, y el detalle de esa pequeña ala, simbolizando la libertad...
Cuando le pregunté a Elein por qué no podía ir Laurent al baile, recuerdo aún sus palabras...
"Porque ese baile es para Lores y Ladys, no pueden participar los asistentes o sirvientes"
Sí, sabía eso... siempre lo supe, pero aún así...
Me corté un mechón de pelo de una de las puntas de adelante, casi no se notaba porque había sido cuidadosa. Lo puse en el guardapelo y salí de la habitación para despedir a Laurent.
No iba a llorar, tenía que ser fuerte, tenía que confiar en él, él iba a regresar estaba segura, me lo había prometido...
Lo busqué, no quería dárselo enfrente de todos. Estaba con Elein en la cocina pero cuando me vio en la puerta salió.
Sin decirle nada me saqué el colgante del cuello y se lo acerqué, él se agachó, porque era bastante más alto que yo en ese tiempo...
"Para que te acuerdes de mí, aunque estemos lejos"

..."Es muy niña para casarse con ese anciano..."
..."¿Podrán tener hijos? Dudo que aún sea posible para ese viejo"...
..."La están condenando a una vida de infelicidad"
..."Así es la guerra, hay que reforjar alianzas y devolver favores"...
..."Pobre niña, pero si apenas debe haber florecido"...
Así hablaban, como si yo no pudiera escucharlos... y eso no era lo que más dolía...

..."Por el poder que me confieren los Siete los declaro marido y mujer"...

"¿Por qué no está Laurent al lado mío?"
No lloré, a pesar de que me estaba muriendo por dentro...

Genna se movia tan rapido como podia seguida de cerca por la comitiva Hawkeye. Ullen cargaba a Lady Hawkeye. Los pasillos y galerias se multiplcaban hasta que llegaron a una serie de habitaciones que eran las que le habian asignado. Al verlos entrar, las doncellas y caballeros de Hawkeye dejaron lo que estaban haciendo y miraban al grupo entrante. Las doncellas guiaron a Lady Genna, Keneth y Ullen a las habitaciones preparadas. Ullen deposito a su señora con delicadeza en el colchon de plumas.
Detras de ellos Lord Emmon llegaba con un hombre anciano, claramente Frey, con la cadena de maestre alrededor de su cuello.
- Mi señor - Emmon se dirigio a Keneth - El es mi primo Enys, maestre de la ciudadela. Le solicito permita que atienda a Lady Hawkeye.

-Adelante- le conteste parándome a los pies de la cama -Ullen, libera un poco la habitación, que se queden algunos hombres afuera por si necesitamos algo, pero el resto pueden ir a descansar, quizá los necesitemos más tarde

Estaba en una cama muy grande, era la cama que compartía con mi marido, pero él no estaba allí, sentía frío, mucho frío... aún teniendo las mantas sobre mí. Traté de abrir los ojos, me sentía muy cansada, como si todas mis fuerzas se hubieran ido. A mi lado estaba una de mis damas de compañía, Elizabeth y el maestre Dhaegor.
"Lady Melany, ¿me escucha?"
"Maestre Dhaegor..."
"Es un placer volver a escuchar su voz"
Entendía lo que me decía pero no entendía por qué me había dicho eso.
"La fiebre está bajando por fin"
¿La fiebre? Ah, sí, había estado enferma... lo recordaba bien, había alucinado que Laurent estaba a los pies de la cama y eso me había hecho sentir mejor que las pócimas del maestre.
"¿Cómo se siente?"
"Tengo mucho frío... y estoy cansada..."
"Eso es producto de la fiebre, pero ya se pondrá mejor, lo peor ya ha pasado por fin".
¿Lo peor ya había pasado?
"¿Cuántos días pasaron?"
"Dos días, pero por fin logramos bajarle la fiebre"
Elizabeth tenía el rostro triste, no entendía por qué ¿me estaba muriendo?
"¿Voy a morir?"
Le pregunté a Dhaegor
"No, los dioses antíguos deben quererla aún en este mundo Lady Mel" y esbozó una sonrisa.
"¿Qué me pasó?"
"Contrajo una enfermedad"
¿Cómo había podido contraer una enfermedad? Casi ni salía de la casa... ¿Habría sido...?
"¿Y mi señor esposo?"
Elizabeth comenzó a llorar, ¿estaba llorando por el viejo?
"Ahora debe descansar..."
"¿Está muerto?"
"Los Siete se lo han llevado, lo lamento Lady Mel"
¿Por qué lo lamentaba? Yo no lo lamentaba... Tenía mucho frío... ¿Por qué alguien no cerraba esas ventanas? Pero miré y las ventanas estaban todas cerradas.
Debo haberme quedado dormida, o quizás la fiebre hizo que me durmiera otra vez, no lo sé, cuando desperté a los pies de mi cama se encontraba Leyros. Seguramente estaba alucinando de nuevo...
"Hermano..."
Aunque fuera una ilusión producto de la fiebre me sentí tan feliz que se me llenaron los ojos de lágrimas.
"Hermanita..."
Su voz parecía tan real... Me tomó las manos y sentí su calor, ya no tenía frío.
"En cuanto te recuperes volveremos a casa"
¿Volver a casa... a Castillo de Niebla? ¿Los dioses volvían a acordarse de mí?
"Quiero volver a casa hermanito... Llevame a casa..."

El maestre saco de uno de los bolsillos de su manga un pequeño frasco con un liquido ambarino en su interior, lo destapo y libero un espantoso olor, casi nauseabundo. Lo puso a poco mas de 2 cms de la nariz de Mel para hacerla reaccionar

El fuerte olor llegó tan rápido que me hizo toser. No recordaba haber olido algo tan feo en mi vida.
"¿Dónde estoy? Esta no es mi habitación... Lo último que me acuerdo es... no, no puede ser... Lo último que recuerdo es haber saludado al viejo Frey... y después los recuerdos..."
-Kenneth...
Que desastre, me había desmayado adelante del Frey, no podría haber dejado las cosas peor para él...
-¿Dónde estoy? ¿Qué me pasó?
Me puse la mano en la frente, en ese momento me di cuenta de que se me partía la cabeza por el dolor. Cerré los ojos y apoyé la cabeza sobre la almohada, eso ayudaba un poco.
¿Por qué había recordado todo eso en ese momento? Lord Walder me había recordado al viejo... y después mi mente me llevó a un paseo por el pasado que prefería no revivir... Me tapé la cara con las manos, no quería, no podía llorar...