Visita en una torre brumosa (Rol por foro PJ: Konrad; PNJ: Samantha)

Habían pasado tantas cosas a la vez que no sabía a cual de todas darle mi atención, luego escuché a Sammy reír y lo demás dejó de tener importancia. Prestar atención después a porqué se reía sin embargo, hizo que casi maldijera de nuevo, no de bronca, sino más bien de resignación. Algunas cosas no podíamos evitar... y después de ver a Aurora sonreír por lo que dijo Sammy, sonreí también, y pensé que nosotros no eramos quién para evitarlas. Tenía miedo sin embargo, de que Sammy se acordara de todo antes de poder charlar con ella, cuando lo viera a Ethan... creo que deberíamos adelantar la charla. Lo que me preocupaba más era que saliera con chicos más grandes, siendo ella tan inocente, aunque realmente no era quien para protestar por eso tampoco si tengo que ser tomado de ejemplo.
-Sammy... tendrías que hablar con tu madre primero. No me gusta mucho la idea que vayas a una salida de noche con chicos más grandes y encima a un bar. Si fuera en otro momento capas no habría inconveniente...
Estaba pensando en la posibilidad de acompañarlos, pero no me correspondía, los amigos de Aurora se iban a sentir incomodos con la presencia de un adulto en la salida y no quería arruinar el encuentro. Me pasé la mano por el cabello sin saber que más decir, sabíamos lo que teníamos que evitar que pasara pero todavía no entendíamos como y eso me hacía hervir la sangre, era como no entender como funcionaba una máquina, y peor, porque al no ser algo tangible no había manera de solucionarlo como si lo fuera.

Luego de toda la vergonzosa escena oí lo que le decía Heinz a Sammy sobre la fiesta. Estaba de acuerdo en que le avisará a la madre. Por otro lado tenía mucho interés en saber de que tipo de fiesta se trataba. Podía servir en la maduración de Samantha que ahora tanto necesitaba de experiencias más acordes a su edad. Pero también era necesario algo de supervisión. Pero cuando estuve a punto de hablar, el imbecil de Lüthold volvió a escena para interrumpirnos con uno de sus absurdos reproches...
-¡Argh, bruja hereje y pestilente!- reprochaba para si mismo mientras se quitaba el casco de cruzado con espada ahora en funda. -¡Os advertí descendiente de la blasfemias desmedidas de esa banda que os gusta tanto! ¡Seguro que fue esa música herética de "Ghost" lo que atrajo de nuevo al espíritu pecador de Stella! Sugiero que agarres sus cilindros y los queméis para que...- Y al escuchar esa sanata insulsa por parte de mi ancestro me dio terrible ganas de gritarle en forma represiva para que me dejara en paz y pudiera concentrarme en el tema que más me importaba en aquel preciso momento.
-...ahora no...- apenas llegué a susurrarle.
-¡Pero Korvad! ¡Son aquellos cantos y melodías diabolicas las que han traído de vuelta a...-
-Ahora... NO- le dije, quizás con voz baja, pero una mirada enfadada bastante reprochante. El fantasma de Lüthold se retiró mientras murmuraba maldiciones tanto al espectro de Stella como al "Papa Emeritus III" (de quien se rumoreaba su verdadera identidad podía ser la de un tal Tobias Forge).
-En fin, ¿en que estábamos? Ah sí... Samantha, por favor cuéntanos ¿De que se trata esa fiesta de la que te habló Ethan?-

Sammy esperó impaciente a que le respondieran, no era tan tarde si volvía a las 12 como Cenicienta. No iba a quedarse más que eso igual, tenía que ir a la escuela al día siguiente y además tenía que estar descansada y preparada para el show del sábado. Que raro, ya no le daba tanto miedo, quizás fue por todo lo que estuvo cantando con Konrad.
-Heinz dice que tengo que preguntarle a mi mamá...- dijo desilusionada y continuó hablando por teléfono. En ese momento pensó que ya estaba grande para andar preguntándole esas cosas a su mamá- ...Pero seguro que me deja, sino le digo a William que me pase a buscar y que la convenza [...] Ah! ¿Está ahí? [...] Que raro... bueno, decile que me pase a buscar a casa a las ocho ¡Nos vemos mañana!
Sammy colgó el teléfono, Toki siguió comiendo de su plato de comida, mirando hacia la nada, esa maldita reunión tiraba abajo todos sus planes ¿Y si se acordaban de todo en la reunión qué iban a hacer? En fin, tenía que confiar en Ethan, no era ningún tonto el muchacho.
-Que raro, William me intentó llamar pero no tengo ninguna llamada perdida de él...- Sammy guardó el teléfono y se puso a comer un poco, pensando que seguramente William iba a poder convencer a su mamá, y si no bueno, podía saltar por la ventana tranquilamente y escaparse unas horas... y otra vez sintió el pinchazo de la banalidad en la espalda... últimamente eso le estaba pasando muy seguido, quizás tendría que decirle algo a sus amigos pero no sabía por qué prefería no hacerlo en ese momento.
-No sé de qué se trata la fiesta... pero Ethan me dijo que Aurora también va- y le sonrió a su amiga.
Aurora, ahora extrañamente tranquila, quizás porque le estaba agarrando la mano a Heinz por abajo de la mesa, le sonrió a Sammy y contestó a Konrad:
-Nos juntamos a charlar, nos contamos sobre lo que estuvimos haciendo el tiempo que no nos vimos, a veces cantamos, bailamos, William toca la guitarra... quizás quieras llevar tu guitarra Sammy.
La cara de Sammy expresó tal felicidad que todos asumieron que iba a ser casi imposible impedirle ir a esa reunión.
-¿En serio? ¿Puedo? Heinz, ¿puedo llevarme la guitarra hoy?

Parece que William y Ethan ya se habían encontrado... bien, que no hubiera pasado nada catastrófico significaba que todavía no habían recordado, esperaba que no lo hicieran en la reunión todos juntos... aunque por como se estaban dando las cosas últimamente no me extrañaría ni un poco.
Mientras escuchaba las palabras de Sammy suspiré, tenía una idea de porqué la llamada de William no había llegado y la de Ethan si... en fin, de repente sentí como Aurora me agarraba de la mano, giré algo disimuladamente la cabeza y me alegró ver como la tensión de su rostro iba desapareciendo lentamente. Escuché las palabras de Sammy y me reí por lo emocionada que estaba.
-En este momento la guitarra esta algo... desarmada. Pero mañana puedo llevártela al colegio, o dártela a la salida, si no querés que tus compañeros hagan demasiadas preguntas. Antes necesito terminar un par de modificaciones.
Estaba pensando en qué momento iba a hacer dichas modificaciones, entre las correcciones a las pruebas y las clases que tenía que dar mañana; pero bueno, otro día sin dormir será, no me importaba demasiado de todas formas, no me molestaba quedarme despierto trabajando en proyectos interesantes.
Mi mente volvió al tema de la reunión y sentí preocupación de nuevo, no quería dejarla a Aurora sola si llegaba a pasar algo, pero no había muchas cosas que pudiera hacer sin parecer un metido pesado o con cierto desequilibrio mental (como por usar ciertos artefactos para espiar que había considerado necesarios fabricar desde que nos enteramos lo de la maldita maldición), sino que iba a tener que esperar nervioso a que Aurora me avisara si estaba todo bien o no... maldita sea. Sin mirarla le agregué un poco más de fuerza a nuestras manos entrelazadas y esperé a que Sammy decidiera en qué momento darle la guitarra.

Sammy que ahora estaba muy emocionada como para comer le respondió a Heinz casi enseguida:
-Mejor no llevarla a la escuela... ¿Podés llevarla a mi casa? Si no se la podés dejar a Aurora y que ella me la lleve- sonrió. Ya sabía que Heinz y Aurora eran novios hace rato, y eso la alegraba muchísimo porque para ella hacían una hermosa pareja y se amaban como no había visto a otras dos personas amarse durante toda su vida.
Toki viendo que nadie le impedía a Sammy ir a la reunión, y para él no tenía ya mucho sentido hacerlo, se dedicó a masticar. La comida estaba increíble, y si bien la situación no era la mejor estaba pasando un buen rato.
-No te preocupes Sammy, si William te lleva yo te paso a buscar, supongo que estará bien ir a buscarte un rato antes de las doce, no sería bueno que el hechizo desapareciera antes de que puedas salir de ahí- sonrió.
Sammy sonrió ante el comentario de Toki, estaba tan contenta de que nadie le estuviera impidiendo ir que no podía dejar de sonreír, contagiando su emoción a todos los demás presentes en la sala. Esto como ya se observó era algo que solía ocurrir siempre que Sammy estaba presente.
-¡Gracias Toki!- le dijo y como estaba al lado lo abrazó fuerte- El sábado te voy a dedicar una canción, sí! eso! voy a pensar una canción y se la voy a dedicar todos. Konrad me ayudó a perder mi miedo, Heinz me está ayudando con la guitarra, Aurora me va a ayudar con la ropa y vos me vas a ir a buscar a la reunión, así que todos se lo merecen- los miró a todos muy emocionada y finalizó- Sé que muchas veces les di problemas... pero ustedes siempre estuvieron ahí para mí, me enseñaron cosas, me cuidaron, así que se merecen mucho más que una simple canción... les voy a dedicar todo el show, aunque eso me sigue pareciendo poco, bueno, ya se me va a ocurrir con qué más les puedo agradecer.

@NSDX

Sonreí como no solía hacer a menudo y a pesar de todo lo malo que podía llegar a suceder por esta desdichada maldición. Sonreí porque Sammy llenaba de alegría mi vida con su dulzura e inocencia. Con su forma pura de ver el mundo que compensaba mi forma fatal y oscura de ver las cosas.
-No hace falta agradecer Sammy- le respondía. -Todos acá te queremos y damos gracias la vida que estés con nosotros. Por que sos mucho más que simplemente uno de los nuestros. Sos nuestra amiga y con eso nos basta y sobra para querer ayudarte en todo lo que podamos.-
Luego tome un ultimo sorbo de vino y mi copa quedó vacía, apenas con un minúsculo charco de la alcohólica bebida. Entre instantes que me puse a jugar con el escaso contenido de la copa haciendo girar un poco en su eje a esta, quedé absorto en mis meditaciones. Lo que sucedió después lo ignoré por completa falta de atención. Ya que de repente me vi en lo profundo de melancólicas meditaciones. Me sentí profundamente triste. En parte por la maldición, pero había algo más. Algo que quería ignorar y que no podía...
Un nombre se me cruzó por la cabeza y como pronta respuesta sacudí mi cabeza como si fuera un ritual para lograr olvidarlo. No quería que mis pensamientos volvieran a nombrarla. Sabía que con ella no funcionaría de ninguna manera. Así que me dediqué a intentar a olvidarla por completo...

Me quede un minuto mirando la escena. Nos mire uno por uno. Conocemos la maldicion que pesa sobre nosotros y la que pesa sobre la pequeña. Nos mire y nos vi. Tantas vidas, tantas veces habia visto su cara en otras caras. Volvi. Tome el puro y lo mordi.
- Una cancion alcanza - Le guiñe un ojo - Pero que sea una pesada, nada de baladas romanticas. Algo de Sabbath? Maiden?

-Gracias Konrad, yo también los quiero un montón, creo que jamás voy a poder agradecerles todo lo que hicieron por mí hasta ahora- Sammy parecía más que emocionada y se le llenaron los ojos de lágrimas por la felicidad de estar rodeada de tan buenos y queridos amigos. Konrad no podía estar seguro de si ella se había dado cuenta de su cambio de humor, pero no importaba, Sammy había llegado hasta la cabecera de la mesa para abrazarlo también. Se quedó abrazada a Konrad mientras escuchaba las palabras de Toki.
-Creo que a William no le va a importar hacer un cover de Iron Maiden. Hace poco aprendí a tocar Wasted Years, podríamos dedicarte ese tema si te gusta, le puedo decir que lo practiquemos mañana en la reunión- le sonrió a Toki, sin soltarse del cuello de Konrad.

Noté entonces que Sammy me tenía abrazado desde atrás y nos había respondido con dulces palabras. En un extraño instinto paternal le acaricie uno de sus brazos como si de mi propia hija se tratara. Luego caí en el hilo de la conversación actual con Herr Toki intentadola convencer de que le dedicara un cover de Maiden junto a la banda de William...
-¡Todos esos también son herejes!- escuchamos todos reprochar al fantasma de Lüthold desde lo lejos del salón.
-No le hagan caso a mi "abuelo". Le hace falta su medicación- respondí de forma irónica mientras ahora llevaba la palma con la que acariciaba el brazo de Sammy hacía mi frente ¡Lüthold no cambiaba más!

Para Lüthold el fantasma todos eran herejes, era bueno saber que nunca iba a abandonar la torre y que no iba a escuchar los temas que le había ayudado a componer a William, en especial el que habían titulado "Amen".
Sammy dejó de abrazar a Konrad por un rato para dirigirse hacia Aurora y Heinz, y los abrazó a uno con un brazo y al otro con el otro, quedando ella en el medio y dándoles un beso en la mejilla a cada uno y después puso sus manos arriba de las que ellos tenían entrelazadas. Les dijo un simple "Gracias" pero que en su simpleza encerraba tanto que los emocionó, Aurora estaba al borde de las lágrimas pero sonreía. Si en algún momento había dudado por un segundo que iba a poder seguir adelante con todo eso ya no lo dudaba. Iba a hacer todo lo que estuviera a su alcance para que esa maldición terminara de una vez.
-Ya te dije, no tenés que agradecerme, soy tu hada madrina, no te olvides...
En ese momento una idea brillante vino a su mente, necesitaba urgente un cuaderno y un lápiz. Se levantó rápidamente y fue a buscar su cartera. Se sentó a la mesa y corrió el plato. Corrió varias hojas usadas del cuaderno con diseños de vestidos y empezó a dibujar en una hoja en blanco. Sammy se quedó observando cómo rápidamente pasaba el lápiz sobre la blanca superficie del papel y poco a poco tomaba forma en un hermoso vestido. Al principio le pareció que era algo osado, pero viendo el resultado final no le desagradó para nada.
-¡Es hermoso Aurora!- le dijo Sammy.
-Esperá a que lo veas terminado, ¡te va a quedar precioso!
-¿Eh? ¿Para mí? No creo que me quede bien un vestido como ese... además me daría mucha vergüenza usarlo...
Aurora sabía que no faltaba mucho para que Sammy dejara de tener vergüenza, pero no dijo nada, solo sonrió.

*Imaginen un boceto de este vestido*

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Miré como seguía la conversación con una sonrisa en la cara, Sammy emanaba bondad y felicidad no importaba la circunstancia ni el lugar y era muy complicado no sentirse movilizado cuando eso pasaba.
El cariño puro que demostraba a todos era uno de los rasgos que esperaba pudiera conservar con los años, pese a la tristeza y el daño emocional que estaba bastante seguro que iba a sufrir en los tiempos venideros, sin importar con cuanto esmero intentáramos evitarlo. Aparté esos pensamientos tan rápido como vinieron y cuestioné porqué tenía que ser tan fatalista a veces.
En el preciso momento en el que Aurora se levantó de la mesa tan decidida ya que imaginaba que era lo que tenía en mente y me reí. Observé como Sammy miraba atentamente el dibujo de Aurora y recién hice comentario cuando ellas terminaron de hablar.
-La verdad que si, es muy hermoso, digno de su dueña.
Diciendo eso la miré a Sammy y sonreí. Si ya los demás estaban dejando de verla como una niña el vestido cerraría el trato, por decirlo de alguna forma (y menos mal que sabíamos que Ethan era un buen muchacho, porque sino iba a tener que estar continuamente con una escopeta).
-No te tiene porqué dar vergüenza, eso solo lo tenes que sentir si lo que hicieras fuera algo malo, y en este caso no aplica para nada.

Al contrario de los demás, yo me quedé analizando mucho más el vestido y preguntándome que cambios se podían llegar a efectuar para contextualizar mejor con la banda de William. Tanto por mis preferencias góticas como por un conocimiento más experimentado del ambiente musical, sabía que el vestido necesitaría ciertos retoques y accesorios acordes. Eso sí, no quería contrariar ni ofender de alguna forma a Madame Aurora sobre un arte en el que ella estaba tan refinada, mucho más siendo del mismo linaje de Maese Heinz. Así que se me ocurrió que la mayéutica sería una mejor forma de hacer sugerencias sin herir de ninguna manera el orgullo de nadie.
-¡Esplendido Aurora!- comencé con un halago. -¿Pero no lo veis un poco "luminoso" para una banda de rock o metal? A Sammy le queda fantástico y acorde, ¿pero no habría que agregarle algo más para que quedé más rebelde y rockero?-

Heinz notó que Sammy se sonrojó ante su comentario, y trató de esconderlo pero no pudo hacer nada al respecto. Acto seguido ocultó su cara en el hombro de Aurora.
Aurora le sonrió a Heinz contenta, Sammy iba a pasar a su etapa rebelde en esos próximos días, no había duda. Probablemente terminara el proceso incluso antes del sábado. Iba a tener que estar atenta en especial a la reunión que tenían al día siguiente.
-Esto no es para el sábado Konrad- le explicó Aurora- es para la próxima fiesta en la corte. Para el sábado le traje un bolso lleno de ropa a Sammy y ella va a elegir qué quiere usar junto a sus amigas de la escuela que la están ayudando con eso también- y después agregó, mientras le acariciaba el pelo a Sammy- No tenés que tener vergüenza Sammy, los chicos te van a mirar y no vas a poder hacer nada al respecto ¿Te acordás en la peli de la Cenicienta cuando entra al baile? Bueno, así va a ser cuando te vean a vos entrando con este vestido.
Aurora ya se imaginaba la escena, todos mirando a Sammy en el salón de baile del palacio de la condesa. Lo único que no pudo imaginar es quién sería el que bailara con ella la primera pieza... Pensar en eso la deprimía, así que lo encerró por el momento, no era un momento para ponerse triste.
-Pero ella era hermosa... yo no lo soy, aunque tenga puesto ese vestido, nunca voy a ser así de linda- dijo todavía ocultando su cara en el pelo de Aurora.

Intenté tapar mi rostro avergonzado de mi mismo tras haber sido debidamente corregido por Aurora. Su amabilidad en no ofenderse de manera alguna a mi equivocación fue agradecida desde mi interior. Quizás el vino realmente había llegado a subirseme en la cabeza.
-Bueno Aurora, entonces debo decir que el vestido es perfecto y esplendido para su cometido- comenté luego con una sonrisa en mi rostros a pesar de la vergüenza sentida por mi equivocación. Luego escuche lo que había dicho Sammy sobre que a ella no le quedaría bien el vestido y de esa auto-engaño de que ella no era tan hermosa como la chica del dibujo. Tonta, ¡era aun más hermosa porque ella era real y bella en todo su glamour! Ademas... ¡Era un Sidhe en todo su esplendor puro y majestuoso!
-Patrañas Sammy. Eres aun más bella que la muchacha del dibujo. Y eso que Madame Aurora es excelente dibujando muchachas tan hermosas como ustedes dos.- Esperé que ese cumplido a su novia no sea mal interpretado por Maese Heinz ya que mi intención era genuinamente inocente. -Úsalo para las cortes. Combinará muy bien con tu belleza natural y sobrenatural.-

Aurora se giró para abrazar a Sammy tiernamente, y ella le correspondió el abrazo con dulzura.
-¿Sammy te acordás de lo que te dije cuando me pediste que sea tu hada madrina?- le preguntó Aurora.
-Me dijiste muchas cosas...- le dijo ella todavía ocultando su cara.
-Lo que te dije de la belleza- le susurró.
-Que la belleza más importante es la belleza del corazón, que mientras nuestro corazón sea bondadoso, vamos a ser hermosos- dijo sonriendo- Y después me dijiste que los vestidos y el maquillaje ayudaban con lo demás.
Aurora se rió alegremente.
-Y así es, vos sos hermosa, porque tu corazón lo es, y eso hace que tu belleza brille aún más.
Aurora ya había visto como algunos chicos se quedaban viendo a Sammy cuando salían, pero sabía que ella ni siquiera se percataba de esas miradas, para su mentalidad de niña, a ella no la miraban aún los chicos. Eso iba a confundirla bastante al principio, iba a tener que estar atenta para ayudarla con eso.
-¿Puedo?- le dijo Sammy a Aurora señalando el cuaderno.
-Por supuesto- le contestó y le dejó un lugar a su lado en la misma silla mientras le alargaba el cuaderno.
Sammy empezó a dibujar un boceto de un vestido, Aurora se quedó mirando como pasaba el lápiz por el papel, sabía que Sammy dibujaba muy bien, aunque no lo utilizaba para hacer ropa, sino más bien para pintar. Le gustó lo que ella estaba dibujando, parecía un vestido que hubiera usado una princesa de Disney pero era muy bonito.
-Podemos agregarle unas cintas atrás en el corset...- dijo Aurora y Sammy le pasó el lápiz. Aurora terminó de bocetar lo que faltaba y agregó algunos detalles. El resultado final fue muy lindo.
-Es para vos- le dijo Sammy- yo voy a usar el tuyo, y vos vas a usar el mío- dijo sonriendo.

*El diseño que hizo Sammy para el vestido de Aurora*

Spoiler:

Me quedé un rato absorto en mis pensamientos. Venían a mi mente imágenes de la futura fiesta de Sammy y empecé a pensar en algún regalo que fuera útil y que tuviera algún significado para ella debido a la importancia del acontecimiento, pero cualquier cosa que se me ocurriera no era suficiente. Debería pensarlo más detenidamente en el taller.
En ese momento empecé a volver mi mente a la charla amena que se estaba dando sobre la mesa. Aurora seguía dándole ánimos a Sammy sobre el vestido y lo hermosa que era, a lo que le siguió Sammy sentándose con ella con intensiones de dibujar algo en el cuaderno. La escena me causaba tal ternura que no pude evitar observar la secuencia con una sonrisa algo estúpida en el rostro. Tampoco tenía mucho qué agregar, Aurora había logrado pasar a palabras mejor que yo cualquier cosa que pudiera decir al respecto, además de la manera hasta maternal que tenía para hacerlo; yo en cambio, solía ser algo brusco y en este caso no era para nada necesario.
Al ver que el dibujo estaba terminado me acerqué un poco más para verlo. Sabía que Sammy dibujaba bien (si corrigiera sus pruebas en base a los dibujos que hace en ellas y no en los ejercicios de las mismas tendría aprobadas todas mis materias...) así que no me sorprendió ver el hermoso vestido que había hecho en tan poco tiempo y, al decir que era para Aurora, no pude evitar estar de acuerdo con la idea.
-Es un hermoso vestido. Van a ser las más bellas damas de toda la velada.
Diciendo esto la miré a Aurora y no pude evitar dedicarle una sonrisa algo picaresca. Luego le di mi atención a Sammy y le comenté.
-No falta mucho para la fiesta, de hecho, cuanto antes la empecemos a organizar mayores las probabilidades de que salga todo perfecto, así que ¿Querés algo particular para la fiesta? Ya que están dando rienda suelta a su lado creativo me parece buena idea preguntar ahora. Puede ser cualquier cosa.
A medio segundo de haber dicho esa última oración me arrepentí, la imaginación de Sammy podía ir para lugares totalmente impredecibles. Aunque debo admitir, me gustaba el reto que aquello suponía.

Faltaba poco para la fiesta de Samhein, el 31 de octubre estaba cerca, así que Aurora calculó mentalmente si le iba a ser posible hacer dos vestidos antes de esa fecha. Pensó que acomodando un poco sus tiempos no iba a ser problema terminar ambos, por suerte el de la condesa ya lo había terminado.
-Es un trato- le dijo a Sammy.
Aurora respondió a la sonrisa picaresca de Heinz con un beso. No era de demostrar abiertamente sus sentimientos muy seguido (prefería que estuvieran solos) pero la escena la llevó a eso y no iba a contenerse.
Sammy se quedó pensando en qué podía pedirle a Heinz... se le ocurrían infinidad de cosas, así que pensó que quizás debía pedirle algo lindo pero que fuera útil. No tenía idea de los tiempos que costaba hacer los objetos hermosos que él fabricaba, así que tampoco podía estar segura de pedirle algo que no le consumiera tanto tiempo (ya lo estaba molestando con la guitarra). Pero bueno, tampoco quería decirle que no, así que prefirió que fuera algo que le sirviera.
-Hace unos días una quimera pesadilla estaba molestando a Green, lo quise ayudar pero no tenía cómo más que usando el poder que Konrad me pidió que no usara... perdón Konrad no tuve opción, era eso o que lastimaran a mi amigo- dijo y lo miró- Pero quizás si hubiera tenido una espada hubiera podido alejarla más rápido...
Heinz no sabía que Sammy estaba aprendiendo esgrima, se quedó mirando a Toki, quizás él supiera algo... pero el Troll parecía casi tan sorprendido como él.
-¿Podrías hacerme una espada que haga daño a las quimeras y se active cuando yo lo decida? De esa forma podría sacarle de encima las quimeras a Green sin tener que usar el poder que Konrad me prohibió.

Miré con preocupación a Sammy. No porque hubiera ido en contra de mi consejo de no usar las ordenes de su voz real contra quimeras de las cuales estaba justificado su uso. Sino por su pedido de una espada que fuera capaz de hacer daño a otros seres mágicos. Ademas, un error de cualquier herrero feerico dispuesto a hacer esa espada y la maldición se adelantaría pasos hacia la fatalidad misma.
-Sammy, el uso de tu poder estuvo justificado en ese caso. Yo solo te pedí que no lo utilizarás contra otros changelins. Pero imponer tu poder para que una quimera malvada dejará de molestar a Green fue un uso digno de tu feerica soberanía- le explique intentando esconder mi más entera de las preocupaciones. Luego de aquello, agregué: -Ahora, el pedido de una espada que pudiera hacer daños a quimeras es algo menos justificable. No pienses que te regaño, no. Pero deja esos elementos a los guerreros calificados. Yo aun siendo caballero apenas dispongo de un simple bastón espada porque mis dotes combativas no son las cualificadas para portar armas semejantes a la que has pedido.-
Intenté explicar todo esto con la mayor calma para que Samantha no se sintiera retada de mi parte y a la vez entendiera la naturaleza de lo que en realidad estaba pidiendo. Ademas, no la veía como una doncella guerrera, sino más bien como una princesa soberana que usaría sus palabras como sus armas predilectas.

Sammy escuchó a Konrad, había estado de acuerdo en no usar la violencia siempre que se pudieran usar otros métodos, pero al fin y al cabo a esas quimeras había que eliminarlas o podían dañar a otras e incluso a changelings desprevenidos. Toki se encargaba de eso siempre, no veía por qué ella no lo podía ayudar de ser necesario...

-Pero era una quimera pesadilla Konrad, no la podía dejar suelta cerca del dominio... Aunque con mi poder pueda ahuyentarlas después terminan volviendo, Toki se encarga de ellas a la larga, pero mientras tanto yo podría alejarlas lo suficiente, o derrotarlas de ser necesario... sé usar una espada, William me enseñó. No soy experta pero puedo defenderme si es necesario. Además me dijiste que no use el poder porque era mejor que no supieran que lo tenía... No siempre va a estar Toki para ayudarme o ustedes, ¿Y si llega a pasar algo cuando estoy sola?

William le había dicho que era mejor que aprendiera a defenderse, solo por si acaso. De encontrarse con alguna quimera peligrosa sin tener a alguno de ellos a su lado era mejor que supiera qué hacer para defenderse.

Oí atentamente lo que tenía Samantha para decir. Aun así, me parecía que era mejor que no fuera portadora de un arma capaz de herir a otros seres feericos. William mismo era muy diestro y capaz y aun así en sus manos tenía un destino sangriento al cual lo llevaría a hacer un daño irreparable. De todas maneras, no era el momento de esgrimir aquello como un argumento por razones que me eran muy obvias (o por lo menos así me parecían).
-Ya no será necesario que escondas que tienes el uso de aquel poder Samantha. Eres una Sidhe y la basta mayoría de los tuyos portan de esa capacidad. Tarde o temprano dejará de ser un secreto- comencé a argumentarle. -Yo solo te sugerí no utilizarlo con ninguno de los nuestros por mero capricho ya que esta muy mal visto su uso contra otros changelings. El caso de la quimera pesadilla fue un caso de lo más razonable para su uso. Ademas, como ya has dicho, Herr Toki se encarga de ellas con esas maneras si así lo requieren. Tu voz, en cambio, es más poderosa que cualquier espada ya que no recurres a la violencia para esgrimirla. Si una pluma es más poderosa que una espada, imaginate lo poderosa que podría llegar a ser la voz de un alto elfo en comparación a una pluma... Eres de la casta de los Sidhe, mi querida Sammy, llegues o no poseer un rango de alta jerarquía en el reino tus armas ya son las palabras de la cuales un gobernante mortal solo podría poseer en sus sueños más egoístas. Aun así, solo usa tu don para proteger a los indefensos que lo requieran y jamás para doblegar a otro de los tuyos.-

No me sorprendió demasiado el pedido de un arma de Sammy, de hecho, una de las tantas ideas para la guitarra que tenía era que, de ella quererlo, pudiera hacer daño quimérico con el sonido, pero no estaba seguro de si era el tiempo correcto para empezarle a enseñar esas cosas. Parece que William había decido eso por nosotros y en parte había ayudado a que la decisión sea más sencilla. Por más de que entendía la preocupación de Konrad de dejar que Sammy tuviera un arma, lo cierto era que cuantas más herramientas para defenderse tuviera, mejor.
-Konrad, a mi me parece bien que aprenda a como defenderse de varias maneras, va a hacer que sea más complicado que le hagan daño. A ella o a las personas que la rodean. No tiene porqué limitarse a una sola cosa si con el tiempo puede ser excelente en ambas. Eso no significa que vaya a salir peleando por ahí como una desquiciada. Confío que, al igual que supo saber cuando usar su poder de soberanía, sabrá en qué momento usar la espada.
Imágenes del caballero negro volvieron a mi mente y con más razón me pareció una buena idea darle a Sammy algo con qué defenderse. Luego me dirigí a ella para decirle lo que pensaba al respecto.
-Lo único que me molesta de todo esto es que no nos contaste tus intenciones de aprender. Me hubiera gustado que confiaras un poco más en nosotros. Aunque bueno, supongo que esperabas una negativa absoluta. Por lo menos de mi parte estoy de acuerdo en hacerte la espada. Además, si William ya empezó a enseñarte prefiero que uses la mejor arma que puedas tener y no cualquiera que te de él, que no tengo idea de donde la sacó y de las cosas que puede llegar a hacer.
Estaba algo enojado con la situación, pero era casi imposible mantenerse así por mucho tiempo en cuanto a Sammy se tratara, así que suspiré y le dije lo siguiente con una sonrisa que demostraba que me había ganado.
-Mira, mientras tanto si querés podes decirme algún objeto que siempre tengas encima para que convierta en espada y hacer un dibujo para que quede tan hermosa como quieras. Haré todo lo posible por tenerla preparada para la fiesta.
Esperé a que mis compañeros estuvieran de acuerdo o no con la cuestión, deseando que Toki y Aurora me apoyaran (y teniendo en cuenta la situación algo vergonzosa en la que prácticamente tuve que ponerme detrás de ella mientras atacaba a distancia al caballero negro, esperaba que por lo menos ella estuviera de acuerdo).

Sammy ya sabía como iba a reaccionar Konrad cuando le dijera que había estado practicando esgrima, y esa había sido la razón principal de por qué no les había contado a sus amigos. Ella entendía muy bien lo que él le decía y ella opinaba lo mismo, William mismo le había dicho que no debía usar la espada salvo que no fuera muy necesario y su vida estuviera en peligro (o la vida de quiénes estuviera protegiendo). Ella ya era lo suficientemente grande como para saber decidir cuándo usar o no una espada... En ese momento hizo una mueca de dolor, otra vez la banalidad le estaba haciendo daño.
-¿Sammy estás bien?- le preguntó Aurora.
-Sí, hace unos días que la banalidad me está afectando más de la cuenta...- dijo aún dolorida- era mejor no ocultar eso, podía ser peligroso y sus amigos quizás pudieran ayudarla.
Aurora que era la más cercana a Sammy (estaban sentadas incluso en la misma silla) la abrazó mientras le pasaba el dolor.
-No te preocupes, es normal, es porque estás creciendo.
-Estos últimos días en la escuela fueron muy pesados...
Luego de unos momentos de recuperarse fue cuando habló a sus amigos, no querían que pensaran que lo había hecho porque no confiaba en ellos.
-No es que no confíe en ustedes, estaba casi segura de que a Konrad no iba a gustarle que usara una espada y preferí aprender igualmente con William- miró a Heinz y le dijo- Solo usamos espadas de entrenamiento, dijo que seguro vos ibas a querer hacer mi espada así que iba a pedírtela más adelante de todas maneras- después miró a Konrad algo avergonzada- Quizás la violencia no es la mejor forma de resolver las cosas, pero a veces no queda opción que usarla, yo me acuerdo muy bien que Ethan estuvo en el hospital una semana porque una quimera lo atacó. No quiero que eso le vuelva a pasar a él o a ninguno de mis amigos, por eso le pedí a William que me enseñe.
Sammy que tenía el cuaderno de Aurora enfrente tomó el lápiz y empezó a dibujar en una hoja en blanco. Heinz le notaba algo conocido al principio pero cuando la terminó no lo dudó ni por un segundo, él había visto una espada muy similar a esa, 6 años atrás, y era la espada que le estaba guardando a Ethan.
-En cuanto al objeto... supongo que podría ser una pulsera, es fácil de llevar y no quedaría mal en una fiesta- le sonrió.

-Bueno, supongo que ya no puedo hacer mucho para evitar que aprendas el arte del esgrima si ese es tu explicitó deseo- le respondí a Sammy con cierta relajada resignación. -Veo entonces que has aprendido algo de Herr William. Muy bien, él es un excelente espadachín y no dudo de que sea un maestro de igual calidad. Pero...- y fue en ese momento donde introduje un "pero" - como tu tutor feerico me siento entonces con el deber de acompañarte a esa clases de esgrimas. De hecho, quizas fuera lo mejor que aprendiéramos los dos juntos el arte de la espada y la defensa, logrando así combinar tanto la sabiduría marcial de Herr William como mi instrucción filosófica en tu educación de armas ¿Que te parece mi propuesta Sammy?-
Mi intención tenía en realidad un doble propósito. Deseaba tenerla tanto vigilada la relación de Samantha con William como así acercarme más al segundo y lograr comprenderlo mejor. En estos últimos años medité que había pre-juciado de sobre manera a Herr William y quizás esa exclusión era lo que lo hubiera estando llevando a repetir el mismo destino una y otra vez. El aprendizaje de esgrima podría ser una mejor forma de conocerlo y quizás guiarle hacia un destino mucho más grato para él y el resto de los involucrados en la maldición.

Sammy miró a Konrad confundida, primero parecía enojado y ahora quería acompañarla a las clases... igual eso no era lo importante, quizás a Konrad también le sirviera practicar para defenderse.
-Yo no tengo ningún problema, habría que preguntarle a William pero no creo que diga que no. Las clases son en el patio de entrenamiento del palacio de la condesa, entrenamos los sábados de 8 a 10.
Sammy notó que Heinz estaba mirando el dibujo, quizás había dibujado una espada demasiado complicada de hacer...

Estaba viendo atentamente el dibujo de Sammy y de repente dejé de escuchar la conversación que seguía a mi alrededor, sentí como de a poco me bajaba la presión. Repetí como quince veces la palabra "mierda" en mi cabeza, era lo único que se me ocurría debido a la conmoción. No quería tener que hablarle de esto ahora... se me pasaron por la mente un sin fin de pretextos estúpidos de porqué no podía hacerle esa espada en particular, pero ninguno era lo suficientemente bueno. Lo malo es que tampoco podía decirle que no podía hacerla por cualquier razón; en algún momento iba a ver la espada de Ethan y no quería que piense mal de mi por haberle mentido. Se me ocurrió una media mentira que capaz podría funcionar... por lo menos hasta que pudiéramos hablar con Sammy de las visiones, y si esto seguía así íbamos a tener que hacerlo durante la cena...
-Sammy, va a haber un pequeño problema con el diseño de la espada. Ethan tiene una muy parecida, va, en realidad va a tenerla. Probablemente no te acuerdes, estaba trabajando en ella hace un par de años y decidimos guardarla para dársela cuando fuera un mejor espadachín. Probablemente te haya quedado en la memoria inconscientemente ya que la espada tiene una cantidad de glamour bastante importante.
Me tranquilicé, satisfecho por la explicación, intenté que no se notara, pero miré a mis compañeros para ver si con eso era suficiente o si tenía que seguir argumentando. Esperaba realmente que no. Me apuré a decir otra cosa antes de que alguien agregara algo más.
-Pero si te gusta mucho ese diseño, podríamos hacer algo parecido siempre y cuando me guíes con las modificaciones, no creo que tenga nada de malo.
Después de todo, si Ethan y Sammy podían por fin terminar juntos, me parecía un toque apropiado...