Aprendizaje (Rol por foro PJ: Op, PNJ: Samantha?)

Vi a Sammy tomar de la mano a Op y sonreí. Luego escuche atentamente su propuesta de la escuela. No me gustaba mucho la idea ya que el redcap parecía tener sus serias dificultades mentales y lo único que harían las autoridades sería ponerlo una escuela de "chicos especiales" dedicado a sacarle todo lo especial que él tenía. La banalidad de la represión las "asistencias sociales", para mi suposición, le haría más daño a su parte de hada que lograr reinsentarlo en la sociedad mortal. Ya a la propia Samantha le resultaba dificultoso la secundaria como nos había resultado a varios de nosotros ya en el pasado (hasta a Heinz le debió haber resultado complicado).
-Sammy, quizás lo mejor para Op sea que tenga educación en el hogar- respondí inmediatamente a sus palabras dirigidas al redcap. -Tal vez no pueda ser su tutor feerico ya que ese puesto lo tengo ocupado en ti. Pero creo que se sentiría más beneficiado si soy yo u otro changeling el que le ofrezca educarlo como es debido. Podrá disponer de mayor libertad ademas de evitar ser reprimido por un sistema educativo que no tiene abalado a los nuestros... ¿Que dices tú William? ¿Te parece mejor la idea de educación en el hogar para Op?-
En ese mismo instante se me ocurrió la idea de que varios podíamos llegar a encargarnos de hecho de Op. William podría llegar a ser su tutor feerico y encargarse de enseñanzas sobre la sociedad feerica y arte (por su talento musical). Yo podría encargarme de etiqueta y trato social. Y Heinz de una educación más técnica y académica. Hasta quizás Herr Toki podía encargarse de las ciencias naturales y el deporte.

Op esperó en silencio hasta que Kon-Rad terminó de hablar, con la mente puesta en las palabras de Sam-Mi. Luego habló muy despacio y entre tartamudeos.

—Es-cu-e-la, no-no-no. Ma-ni-co-m... Ma-ni-co-m... —Parecía que no iba a poder articular el final de la palabra cuando dijo— MÍO, MÍO, MÍO.

Ante la mirada atónita de cualquier presente se dio un cambio en Op. Su semblante grotesco pero amigable mutó y tomó una coloración carmesí. Se le afilaron los dientes que atravezaron su boca y salieron por arriba y por abajo de los labios. Su cuerpo creció hasta obtener una gran musculatura. Los ropajes se tensaron hasta casi desgarrarse. El joven-changeling trató de escapar como le era habitual. Corrió hacia donde vio oscuridad y buscó un hueco para poder ocultarse; devorando cualquier obstáculo del camino. En una fracción de segundo su cuerpo mutado se había perdido de vista; no obstante se escuchaba un principio de llanto y la repetición: "mío... mío... mío..."

Quedé completamente estupefacto. El miedo heló todo mi cuerpo. Otra vez, por aparente culpa mía, Op se había descontrolado. Pero para cuando se había escapado con su semblante feerico, supe entonces que de alguna manera tenía mucho más que simple razón. Op estaba dañado por lo que le habían hecho antes intentándolo insertar en un sistema de re-inserción banal y drenante de todo glamour. Quise gritarle que no se fuera, que todo iba a estar bien y que nadie más le volvería a hacer daño. Pero mi naturaleza sluagh no me permitía. Entonces suspiré.
-Es por eso que debemos educarlos nosotros y no dejar que los de "Ayuda Social" se interpongan- les dije tanto a William como a Samantha. -Iré a buscarlo yo. Es mi culpa que se haya puesto así. Yo me haré cargo de calmarlo.-
Invoqué mi verdadera forma feerica y abrí mis enormes alas negras. Corrí para tomar velocidad y comencé a seguir su rastro de destrucción devoradora. Para cuando lo tuviera encontrado, esperaba acercarme sigilosamente hacia él para no perturbarlo. Y así escuchar cualquier sollozo que pudiera decir para interiorizarme más de lo que había tenido que padecer el pobre Op.

William bajó de la moto cuando notó que Op había desaparecido.
-Quizás al principio sea lo mejor sí, pero después sería bueno para él asistir a una escuela, lo ayudaría para relacionarse más con la gente.
Sammy no esperaba que Op le dijera algo como eso, ella sabía muy bien lo que era un manicomio y lo que podía causar en los suyos. No tuvo miedo cuando Op cambió a su forma de fantasía, lo siguió hasta el arbusto en donde se había ocultado. No podía verlo pero estaba segura que podía escucharla.
- Op no tengas miedo, yo te voy a cuidar, lo prometo- Sammy sabía que las promesas entre los de su clase no era algo que se pudiera pronunciar a la ligera, por eso no usaba esa palabra salvo que fuera realmente necesario y su corazón así lo sintiera.
-La escuela no es eso, es un lugar donde vos y yo podemos ir a aprender, es un lugar donde podes hacer amigos y conocer sobre todas las cosas. Ir a la escuela nos hace más inteligentes, nos ayuda a entender muchas cosas. Podés aprender a leer o a escribir. Pero sino querés ir aún así yo puedo enseñarte.

Me acerque lentamente de donde estaba escondido pero dejando aun así que se notará mi presencia para no alarmar a Op con una presencia repentina y sorpresiva de mi parte. Me acerque cuando Samantha le estaba hablando y posicionandome al lado de ella, esperando mi turno para hablar.
-Op, no manicomio. Te lo juramos. No hay escuela, si Op no quiere. Solo amigos que te van a enseñar cosas para que Op esté bien.- Le dije en palabras que le fueran más sencillas de entender. -Confía en mí, Sammy y William. Nosotros tus amigos. Nosotros nunca hacerte daño ni encerrarte.-
Esperaba que con estas palabras simples de formular el redcap entendiera que queríamos solo su bienestar y que nadie volviera a hacerlo sufrir como lo habían hecho en el pasado. Tenía esperanzas de que así entendiera mejor las cosas.

Sammy pensó que no iba a ser de ayuda que Op viera a Konrad con su apariencia feérica, quizás eso lo asustara más, a ella no le daba miedo, pero quizás a Op sí.
-Konrad, volvé a tu apariencia normal, creo que podés estar asustándolo más...- le dijo muy bajito y poniéndose a su lado- Tampoco le hables así, sino va a creer que esa es la forma correcta de hablar, tenemos que enseñarle, además si le hablamos bien, igual entiende, solo hay que explicarle algunas cosas- esta vez habló normal, para que Op puediera escucharla- Op, te prometo que no te voy a dejar solo, hoy me voy a quedar con vos en la casa, pero primero tenés que venir con nosotros, vamos, podés tomar mi mano de nuevo, te prometo que no te va a pasar nada malo- dijo y extendió la mano hacia el arbusto desde donde se escuchaban los sollozos del redcap.
Konrad por primera vez notó que Sammy no era la niña que aparentaba ser siempre, en esta situación se había hecho responsable por la suerte del joven Op, y estaba actuando como la noble que su raza esperaba que fuera, una noble que se preocupaba por los habitantes de la estirpe, y alguien que estaba destinada a guiarlos y cuidarlos. Esa fue la primera vez que vio a Sammy como lo que sería, Samantha Ap Eiluned, la sidhe a la que iban a entregarle un dominio y que seguramente fuera una muy buena gobernante y responsable del mismo. Sammy podía comportarse como una niña, pero ese era un claro indicio de que estaba creciendo, y lo que vio Konrad fue algo maravilloso, porque Sammy no solo era hermosa físicamente sino su corazón resplandecía con su bondad, haciendo que aún fuera más hermosa de lo que se veía... y él ya lo sabía, pero aún así no pudo dejar de sentirse orgulloso de su pequeña.

El atur-dido Op se sentía extraño. ¿Cuánto tiempo pasó en ese bos-qué? Op sabía que lo estaban buscando. Hablaban cerca de él. Creían verlo: ese era el tru-co de Op, pero no quería tomar nada de ellos. Quería irse de allí.
Op atur-dido escucha atento para poder oír cómo escapar. Escucha las palabras, se juntan, se mes-clan. No importan. Hay otra que resuena profundo: Op escuchó pro... prom... prom-m-me... prom-m-m-m-m...
Escupe, Op, saliva oscura de la boca, eso no es normal. ¿Cuánto tiempo pasó en ese bos-qué?
Nada malo. Prom-m-m-me-sss...

Él, aturdido y todo, entiende, sabe repetir. Es sencillo: ser uno de ellos.
Op sale finalmente, con la mano abierta y en dirección a Sam-mm--me-mme-mesa.

-Op va. -afirma.

Sammy suspiró aliviada, por suerte Op había vuelto a salir. Lo tomó de la mano y rápidamente lo condujo hacia el auto de Konrad. Se sentó con él atrás, y esperó a que arrancaran.
William subió otra vez a la moto, se puso el casco y avanzó hacia la carretera, Konrad lo empezó a seguir.
El viaje no llevó mucho tiempo (por suerte) William iba por calles menos transitadas, dieron algunas vueltas, pero no los demoró el tránsito. Sammy se encargó de que Op no se comiera nada con un método bastante efectivo. Empezó a entonar canciones, la mayoría de las películas de Disney. Eso parecía calmar a Op, o al menos distraerlo. La voz de Sammy siempre había sido hermosa, y transportaba hacia lugares hermosos y tranquilos. Bueno, salvo cuando cantaba los temas de la banda, en esos casos no había tranquilidad sino más bien pura energía. Pero las canciones de las películas de Disney por lo general eran tranquilizantes.
Llegaron hasta un edificio antiguo, pero que parecía bien restaurado, William frenó con la moto y tocó el timbre. Una mujer de unos 45 años lo saludó muy amablemente, se ve que ya lo conocía porque lo abrazó y todo. Cuando Sammy bajó también la saludó cariñosamente y después se acercó a Op. Antes de que pudiera hacer lo mismo con él (la mujer parecía super cariñosa) Sammy le dijo:
-Ella es Rose, es amiga de William y amiga mía. Vive en la casa y nos va a cuidar mientras estemos acá.
-Hola pequeño- le sonrió la mujer mientras le tendía la mano a Op- soy la anfitriona de este lugar, espero que nos llevemos muy bien.

—Hola Ro-Us. Amiga de Ui-Li-Am es amiga— dijo sonriendo el jóven.

Op se sentía mucho mejor desde que salieron del bos-que. Era un bello lugar, pero se sintió mal estando tanto ahí.

—Ro-Us es anfi-triona. Op tiene hambre y no puede comer peluche—afirmó el changeling mostrando sus dientes afilados y tomándose la panza.

Luego de esto en-tonó las canciones que había oído. Op siempre supo imitar voces y, si bien las palabras no eran las mismas, las canciones sonaban muy parecido.

Op entró en el lugar y comenzó a buscar algo apetitoso. Momentos después se dio vuelta y consultó a sus amigos

—¿Sam-Mi, Ui-Li-Am, se qué-dan?

Salude gentilmente a Dame Rose con la etiqueta que se erá debida para alguien de su posición como anfitriona del lugar. Luego respondí la repuesta de Op. No me sentí ofendido de que no me mencionará entre ellos. Comprendía que el redcap quizás no me tuviera mucha confianza por el momento. Pero haría lo posible para que se sintiera lo más cómodo con mi futura presencia en su vida.
-Sammy y William se quedan. Yo también. Ahora vemos si hay algo para que puedas comer- Giré entonces mi vista hasta Dame Rose. -Nuestro amigo Op es de la casta de los redcaps, ¿que podríamos ofrecerle para calmar sus exigentes apetitos?- Y en ese preciso momento, me dí cuenta que el mejor para definir que era lo que deseaba su paladar era el mismísimo Op, por lo que volví a dirigirle la palabra. -¿Que te gustaría comer Op? Nuestra amiga Rose podría ver si lo tiene o algo que se le parezca.

Sammy estaba segura de que a Op iban a gustarle las canciones, la música siempre alegraba el espíritu y servía en muchas circunstancias. Varias veces había cantado en el último piso de la torre, pero hasta ahora su príncipe no había aparecido. Bueno, solo era cuestión de seguir cantando, ya iba a aparecer en algún momento...
-No te preocupes Op, hay comida suficiente para todos, y en caso de que falte siempre puedo hacer más- le dijo Rose.
-Yo me voy a quedar Op- dijo mirando a su nuevo amigo- espero que no sea ningún problema Rose...- le preguntó Sammy.
-No, claro que no Sammy, es un placer que te quedes a comer con nosotros.
-Gracias! Me voy a quedar a dormir también, no quiero dejar solo a Op solo por si acaso...
Rose parecía haberse dado cuenta de que el redcap tenía algunos retrasos en el aprendizaje, así que no fue necesaria más explicación. En eso William que estaba mirando su celular dijo:
-Lo siento Op, pero yo no puedo quedarme, tengo cosas que hacer- y guardó de nuevo el celular en el bolsillo de arriba de su campera de cuero- Pero mañana vengo a desayunar- le dijo a Rose y la saludó antes de partir.
-Te vamos a estar esperando, voy a preparar lemon pie- le dijo Rose sonriendo, sabía que era la torta favorita de William.
-William esperá, tengo que decirte algo. Op, quedate acá con Konrad y Rose, ya vengo.
Konrad vio como Sammy y William se separaban de ellos para conversar. En ese momento cuando habló la primera en responder fue Rose:
-Tengo hecho un exquisito guiso, pero si quieren algo más solo es cuestión de hacerlo, no me llevará mucho y mientras tanto podemos comer algo de pan, queso y fiambre- dijo mirando a Op.

Suspire un poco al ver que Sammy se iba a hablar a solas con Herr William antes de que él se retirará. Aun así, puse mi empeño en concentrarme en hacer sentir lo más cómodo a Op respecto al lugar que le debía parecer extraño.
-¿Y bien Op? ¿Que te gustaría comer?- luego miré a Rose con una sonrisa un tanto particular. -A mí me gustaría comer ese delicioso guiso que Dame Rose nos ofrece condimentados con...mmm... ¿escarabajos tienen? Hoy me gustaría comer crujiente pero nutritivo.-

Gui-so. Olía rico. Op se re-lamió por un momento y agradeció con una de sus son-risas de dientes brillantes y afilados.

—Amigos— dijo el joven y señaló uno por uno. —Sam-Mi, amiga la bella; Ui-Li-Am, amigo el fuerte; Kon-Rad, amigo el nuevo; Ro-Us, amiga de comida.

Luego, relajado se acercó a la comida y la comió sin usar los cu-biertos. Op se relamió al terminar el plato y por primera vez en mucho tiempo se sintió satis-fecho.